Los secuestradores de la esposa de un industrial vasco exigen un rescate en 24 horas

La Ertzaintza investiga desde ayer el secuestro de Olga Novo, esposa de Pejerto Blanco, empresario de lavado de coches afincado en Getxo (Vizcaya). Uno de los secuestradores se puso en contacto telefónico ayer con el empresario para indicarle que debía pagar un rescate de 150.000 euros en 24 horas si quería ver con vida de nuevo a su esposa. La policía vasca, por el modus operandi y por el acento del supuesto captor, ha descartado el móvil terrorista y orienta sus pesquisas hacia la delincuencia común. Los investigadores creen que los secuestradores pueden ser de origen latinoamericano.

Veinticuatro horas ha dado un grupo de secuestradores a un empresario afincado en la localidad vizcaína de Getxo para que pague una determinada suma de dinero, 150.000 euros, según informó anoche la agencia Europa Press, como rescate si quiere volver a ver con vida a su esposa. Éste fue el mensaje que recibió ayer por la mañana un empresario del sector del lavado de coches de uno de los secuestradores que supuestamente mantienen retenida a su esposa.

Por el momento se desconoce cómo se ha producido el secuestro ni cuántas personas intervinieron en el mismo. La secuestrada es Olga Novo Villar, cuya edad, así como la de su marido no fueron dadas a conocer.

La Ertzaintza (policía vasca) descartó "por completo" que detrás de este secuestro esté la organización terrorista ETA y ha enfocado todas sus pesquisas hacia la delincuencia común, según indicaron ayer a este periódico fuentes oficiales del Departamento vasco de Interior. Con todo, la policía autónoma mantiene abiertas todas las hipótesis de trabajo, salvo la del secuestro terrorista, e investiga también si pudiera tratarse de un ajuste de cuentas.

Acento latinoamericano

Hay un dato clave que ha orientado la investigación hacia alguna banda de delincuencia común, previsiblemente de origen latinoamericano: el acento que tenía el presunto secuestrador que se puso en contacto con el marido de la víctima responde al de una persona de origen latinoamericano, según los datos que manejan los investigadores policiales.

Además, el modus operandi coincide con el de secuestros realizados por bandas de delincuentes colombianas, mexicanas y de otros países latinoamericanos. En Colombia se producen cada año miles de secuestros con el objetivo de extorsionar a los familiares de las personas raptadas. En la jerga de las bandas dedicadas al secuestro en determinados países de Latinoamérica es lo que se denomina secuestro express: petición de una suma de dinero en tiempo récord si el familiar quiere ver con vida de nuevo a la persona secuestrada.

En caso de que se confirme esta línea de investigación abierta por la policía vasca, sería la primera vez que se produce un secuestro de estas características en Euskadi.

El último secuestro que se ha producido en el País Vasco fue el del empresario Cosme Delclaux, raptado por la organización terrorista ETA y puesto en libertad a finales de junio de 1997, después de que su familia pagara a la banda terrorista 1.000 millones de pesetas. Delclaux estuvo en poder de sus captores durante 232 días.

El mismo día en que ETA liberó a Delclaux, tras el pago del rescate, la Guardia Civil conseguía sacar del zulo en el que la banda terrorista mantenía secuestrado al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. Éstos son los dos últimos secuestros que se han producido en el País Vasco en los últimos años.