El liderazgo del yogur
Un estudio de Cerveceros de España revela que en verano los lácteos desplazan a las frutas en las neveras
La Asociación de Productores Cerveceros de España se ha metido, coincidiendo con el verano, en la nevera de más de 250 madrileños y les ha preguntado, vía telefónica, qué tienen dentro de sus frigoríficos. Y he aquí las conclusiones: la nevera madrileña es, al menos durante el verano, la más rica y variada de toda España, pero también la menos fiel a la fruta de temporada, relegada a un segundo plano ante la invasión de yogures y helados. En el 50% de los hogares madrileños no faltan casi nunca los postres lácteos, en concreto, los yogures, que ocupan la primera posición entre las preferencias estivales, según la encuesta. "La mitad de las personas que hemos consultado se decantó por el yogur como postre favorito", asegura Juan Ramón Gil, representante de la patronal cervecera. "Esto no sucede en el resto de regiones", añade, donde las sandías, picotas, melones y melocotones copan mayoritariamente las neveras.
El calor entierra platos típicos madrileños, como el popular cocido
Alimentos estivales son las frutas, pero también las legumbres, explica un doctor
En Valencia, por ejemplo, yogures y helados son desplazados a un quinto y sexto lugar, respectivamente, por las frutas de temporada. Al igual que en Canarias, donde el yogur sólo figura como imprescindible en un 38% de los hogares.
Los clásicos de la dieta madrileña, como el cocido, guisos, sopas y caldos, casi pasan a mejor vida con los calores estivales: el 58% de los madrileños "deja de tomar o toma muchos menos alimentos calientes" en la época estival. Decaen también en estas fechas los guisos, sopas y legumbres. Pero esto no significa que la capital renuncie a la dieta mediterránea: las ensaladas están presentes en el 67% de los hogares; el gazpacho, en un 30%, y el salmorejo, la variedad más densa y a menudo presentada con una loncha de jamón y huevo picado en superficie, está en el 5% de las neveras, y el queso, en otro tanto.
Además, carnes y pescados siguen consumiéndose como los preferidos para el segundo plato. Llama la atención de los cerveceros otro dato: el que un 5% de los encuestados madrileños afirme no renunciar a los boquerones en vinagre, "cosa que no ocurre en ninguna otra comunidad autónoma", explica Gil.
La presencia de este pescado, habitual del aperitivo y el tapeo madrileño, junto con el salmorejo, producto típico de la gastronomía cordobesa, hace de la madrileña la nevera más colorida y variada de toda España, según este estudio. Una muestra más del reducto cultural de mezcla y variedad que es hoy la capital.
Y si a un madrileño se le preguntase qué bebida no puede faltar en su nevera respondería, con un 82% de posibilidades y siempre según esta encuesta, que la cerveza.
El presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias Alimentarias, Jesús Román Martínez, arroja un poco de luz sobre estos datos, a la vez que ofrece algunas recomendaciones para sobrellevar de forma saludable la época veraniega.
La cerveza, cuyo consumo en Madrid, según el estudio, está mucho más relacionado con los hábitos sociales que en otras regiones, es "una bebida muy estacional", explica el doctor. En verano, la ingesta de cerveza "aumenta entre un 20% y un 30%", hecho especialmente constatable en el norte de España, donde el vino es la bebida preferida durante el invierno y la cerveza la del verano.
En cuanto a la dieta mediterránea, su gran ventaja, explica, es "su versatilidad", característica que permite diferenciar entre "alimentos de verano" y "alimentos de invierno".
Frutas y verduras son productos "hidratantes que ayudan a alcanzar los tres litros de agua diarios que debemos ingerir", explica Martínez. Medio kilo de melón, pone como ejemplo, tiene 30 gramos de azúcar, 4 de fibra y el resto de agua. Sustituir durante la época estival las legumbres por frutas y verduras frescas no es motivo de alarma, porque "es lo que el cuerpo pide: hidratación", además de paliar así la escasa ingesta de estos productos durante otros periodos. Eso sí, recomienda "no dejarlas totalmente de lado" e incorporarlas, por ejemplo, a las ensaladas.
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