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Medio Ambiente hará 8 estanques de tormenta bajo el Manzanares para evitar vertidos

La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento construirá de aquí a cuatro años, bajo el río Manzanares, ocho estanques de tormenta subterráneos con capacidad para embalsar 500.000 metros cúbicos de agua. El objetivo es evitar que los colectores que discurren a ambos márgenes del cauce se desborden cuando haya un volumen excesivo de lluvia y viertan al río, arrastrando aguas fecales y otros materiales, a través de los aliviaderos. Eso ocurre ahora "unos 20 días al año", según afirman los técnicos municipales.

En Madrid hay tres estanques de tormenta -depósitos que recogen el exceso de agua que discurre por los colectores y la tratan antes de devolverla al río-, ubicados en Carabanchel, en el límite con Leganés y en Valdebebas. Entre todos tienen capacidad para embalsar 57.000 metros cúbicos del líquido elemento. A partir de septiembre habrá un cuarto estanque, en Moncloa, que sumará otros 30.000 metros cúbicos de agua embalsada cada vez que haya tormenta. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, visitó ayer las obras de esta infraestructura -programada por el anterior equipo municipal y ejecutada por éste-, que tiene un coste previsto de 5,2 millones de euros.

800.000 metros cúbicos

Ruiz-Gallardón afirmó que, si su gobierno cumple los plazos previstos, en 2008 Madrid tendrá capacidad para embalsar y tratar, antes de devolverlos al río, 800.000 metros cúbicos de agua de tormenta. A los tres estanques actuales se unirá el de Moncloa, otros dos que se encuentran en construcción -el de la China, en Latina, y el del nuevo barrio de Vallecas-, otro que está en proyecto (en Valdemarín) y los ocho que se construirán bajo las riberas del Manzanares como parte del proyecto de reforma de la M-30.

"Con todas estas infraestructuras, Madrid asegurará la calidad de las aguas del Manzanares en el término municipal y también cuando discurre por otras poblaciones", dijo el alcalde durante la visita al estanque subterráneo de Moncloa -llamado de Pozuelo porque pasa junto al antiguo arroyo de ese nombre-, que ocupa la superficie de un campo de fútbol y sobre el cual se creará algún tipo de zona verde, deportiva o de ocio.

Los estanques de tormenta funcionan de la siguiente forma: construidos siempre junto a un colector de la red interna de la ciudad -que transporta las aguas residuales-, se llenan cuando, por una tormenta u otra circunstancia, el volumen de agua en los colectores aumenta en exceso y los desborda; entonces esa cantidad sobrante de líquido entra en el depósito, que la envía a depurar antes de que alcance el cauce del río.

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