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Un estudio afirma que 40.000 madrileños sufren estrés postraumático por el 11-M

J. A. Aunión

Alrededor de 40.000 personas padecen estrés postraumático en Madrid como consecuencia de los atentados terroristas del pasado 11 de marzo. Un estudio realizado por la Universidad Complutense señala, además, que el número de personas que han sufrido depresión mayor ha aumentado en 187.500 desde esa fecha y alrededor de 269.000 madrileños han sufrido alguna crisis de angustia.

Madrid tiene entre sus manos "el reto de ayudar" a la enorme cantidad de personas que se han visto afectadas psicológicamente por los atentados del 11-M, porque las patologías que presentan "tienen remedio", según explica uno de los autores del estudio realizado por la Complutense, el profesor de psicología Antonio Cano-Vindel. "Mucha gente está padeciendo estas enfermedades y no se dan cuenta o no piden ayuda", continúa, "es muy importante que se informen e pidan asistencia médica". En la página web de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (www.ucm.es/info/seas) aparecen algunas claves sobre estas dolencias. Por ejemplo, el estrés postraumático se caracteriza por "un intenso estado emocional en el que predominan la ansiedad, la culpa, la ira, la rabia, la hostilidad, a veces la vergüenza, y con mucha frecuencia la tristeza e incluso la depresión. Dicho estado emocional produce un fuerte malestar psicológico, alta activación fisiológica y problemas de conducta a la hora de readaptarse a las distintas facetas de la vida cotidiana".

Consumo de tranquilizantes

El estudio, presentado ayer, también ofrece algunos datos más que señalan hasta qué punto afectaron los atentados al pueblo de Madrid. Desde el 11 de marzo ha incrementado el consumo de tranquilizantes un 3,3%; el de antidepresivos, un 1,2%, y el de analgésicos, un 1,9%. Otros productos, cuyo consumo está relacionado con estados de nerviosismo y ansiedad, como el tabaco y el alcohol, también se consumieron más: un 10,7%, en el caso del tabaco, y un 1,9%, en el de las bebidas alcohólicas.

Seis profesores de la Complutense y dos asesores estadounidenses han realizado este trabajo tomando como referencia otro similar hecho en Nueva York tras los atentados del 11-S. Está dividido en cuatro apartados: el impacto en la población en general,en los miembros de los servicios de emergencias, en personas de las zonas directamente afectadas (Atocha, El Pozo y Santa Eugenia) y en 117 víctimas y allegados. Estos dos últimos grupos, lógicamente, han sufrido en mayor medida las consecuencias psicológicas. Estas patologías suelen irse atenuando con el paso del tiempo, según explica Cano-Vindel. Así, el estudio continuará y se volverán a presentar los resultados cuando hayan transcurrido seis meses y, después, un año de los atentados.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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