Santana Lopes mantiene el plan de reformas para Portugal

El recién nombrado primer ministro portugués, el conservador Pedro Santana Lopes, se presentó ayer por primera vez ante el Parlamento luso para defender un programa de gobierno que, en casi toda su totalidad, es una copia del programa del anterior Ejecutivo de José Manuel Durão Barroso, aprobado por la misma Cámara en abril de 2002. "Nada de lo esencial en ese proyecto político ha cambiado", aseguró Santana Lopes.

El nuevo primer ministro sigue así estrictamente las recomendaciones del presidente, Jorge Sampaio, que sólo aceptó nombrar a un nuevo Gobierno, sin convocar elecciones anticipadas, tras recibir la garantía de que habrá continuidad en las políticas fundamentales. El documento será votado hoy y su aprobación está asegurada, porque tiene el apoyo de una mayoría de diputados del liberal Partido Social Demócrata y del Partido Popular.

Al dirigirse a los diputados, el primer ministro admitió que tomó posesión en "circunstancias excepcionales" -la dimisión de Barroso para ser presidente de la Comisión Europea- y que su equipo es un heredero del Ejecutivo anterior: "Continua existiendo en Portugal un proyecto político, soportado por una mayoría parlamentaria, que viene siendo desarrollado desde abril de 2002. Nada de lo esencial en ese proyecto político ha cambiado".

Seguir con la política de Barroso significa, por encima de todo, equilibrar las cuentas públicas y mantener el déficit del Estado por debajo del 3% del PIB. En los últimos dos años y a cuestas con una recesión económica, Portugal hizo un enorme esfuerzo de austeridad para equilibrar las cuentas públicas. Ayer, Santana Lopes volvió a colocar el problema presupuestario en el primer puesto de las prioridades de su Gobierno y prometió un déficit del 2,8% en 2004. Con ese objetivo retiró del programa del Gobierno la disminución de la carga fiscal de las empresas y dijo que no hay margen para bajar el IVA del 19%.

Las otras grandes medidas anunciadas en su día por Barroso fueron reiteradas por Santana Lopes: la reforma estructural de la Administración pública (que consume el 15% del PIB portugués), la flexibilización del mercado laboral, la modernización de las Fuerzas Armadas y de la Justicia, la apuesta por la educación y la formación profesional (Portugal tiene un 50% de abandono escolar y la menor tasa de licenciados de toda la UE) y la privatización total o parcial de varios sectores (energía, agua y sanidad). El Ejecutivo confirmó además que Portugal ratificará la Constitución europea en un referéndum y definió la integración europea como la principal línea de su política exterior.