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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

No hubo 'lobby' de Bono

En el editorial del diario EL PAIS del pasado viernes, 23 de julio, "El Estado de Aznar", podía leerse lo siguiente: "Cualquiera que conozca como funciona el sistema político de Washington sabe que se necesita del apoyo de un lobby, empresa de abogados e influencias para establecer ciertos contactos e introducir asuntos de interés en la agenda de la Administración. Bono tuvo que pasar por ello para entrevistarse con Rumsfeld...".

Lamento haber estado tan a mano para ser ejemplo de los usos y costumbres de la política de aquel país, pero quisiera informarle que para concertar mi entrevista con el responsable de Defensa de Estados Unidos, en la que anuncié la decisión del actual Gobierno de España, de cumplir con nuestro compromiso de retirar las tropas de Irak, no utilicé conducto distinto al de la Embajada de España en Estados Unidos.

Por tanto, no tuve que pasar por los servicios de lobby alguno, como antes se ha dicho. También, dicho sea de paso, corrí personalmente con los gastos del viaje, puesto que cuando se produjo la entrevista aún no había sido nombrado ministro de Defensa de España.- José Bono Martínez. Ministro de Defensa.

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Con ocho, basta

En estos momentos echo mucho de menos a Vázquez Montalbán. Estoy convencida de que hubiera realizado, con esa dosis de ironía precisa y preciada tan suya, un análisis minucioso de la faceta literaria de D. José María Aznar y Doña Ana Botella, o viceversa.

A mí me gusta escribir, por lo que creo tener una idea bastante aproximada del tiempo que se lleva hacerlo, y me muero de envidia cuando veo que alguien con tan sinfín de ocupaciones importantes, con tantísima responsabilidad como ser presidente del Gobierno de este país, entre las que se incluyen viajes y supuestamente jornadas peregrinas de trabajo, amén de ser padre y esposo amantísimo, tiene la mente despejada, el relajo necesario, la soltura de verbo, la claridad de ideas y el tiempo imprescindible para escribir de su puño y letra o tecla sobre sus vivencias, reflexiones y experiencias a bordo de esta España de la que siempre se le llenó la boca hasta la saciedad.

No sé quién tiene la fórmula mágica, si él o su excelsa esposa, ya que ambos han visto publicadas sus piezas literarias. Desconozco si se parecen en contenido (confieso no haberlas leído ni tener planes de hacerlo), pero dado sus títulos sin igual: Ocho años de Gobierno y Ocho años en la Moncloa, dan ganas de renombrarlas bajo un mismo rótulo luminoso, copiado letra por letra de aquella serie americana tan popular: Con ocho, basta.

Esa fórmula magistral para sacar tiempo de donde no hay y escribir como un poseso, de forma que tal cual deja de ser presidente, tal cual esté presentando aquí y en el extranjero tan magnífica obra para gloria patria; esa fórmula habría que declararla patrimonio de la humanidad.

Supongo que el señor Aznar, ahora con menos ocupaciones, no parará de escribir y que en breve nos deleitará con un nuevo volumen de sabias vivencias, que para darle un aire más intrigante y a la par comercial podría titularse: 008, los informes que yo amé. Seguro arrasa.

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