El ex presidente Echeverría, acusado de la matanza de estudiantes en México
Un grupo paramilitar asesinó a 25 personas que se manifestaban por la libertad
El fiscal especial mexicano Ignacio Carrillo Prieto presentó ayer cargos criminales contra el ex presidente Luis Echeverría (1970-1976) por la matanza cometida el 10 de junio de 1971 cuando unos paramilitares atacaron una manifestación de estudiantes causando la muerte a 25 personas, según fuentes gubernamentales. Echeverría es el actor principal en el proceso contra la guerra sucia en México. Ahora, el juez encargado debe estudiar los 13 tomos del expediente y decidir si ordena la detención del ex mandatario. Sería el primer ex presidente de México en el banquillo.
Aunque el fiscal no ha confirmado oficialmente la medida contra de Echeverría (de 82 años), varios colaboradores de su Gobierno, fuentes oficiales y de la defensa del ex mandatario lo dan como un hecho. Esperan que el juez tome una decisión en breve.
En un acto espectacular, adelantado a los plazos previstos, Carrillo depositó nueve cajas con miles de páginas en las que ha documentado varios delitos, entre otros el de genocidio presuntamente cometido hace 33 años, cuando un cuerpo paramilitar conocido como Los Halcones atacó con armas de fuego la "marcha de la libertad", que realizaban miles de jóvenes estudiantes. El resultado fue de al menos 25 muertos. Defensores de los derechos humanos aseguran que la medida representa un "avance", pero aún "insuficiente". Consideran que se deben investigar las 1.200 desapariciones ocurridas entre los años sesenta y ochenta.
El fiscal especial para Delitos del Pasado (o de la guerra sucia) se reservó los nombres de los acusados, así como los presuntos delitos. No obstante, desde hace semanas el nombre Echeverría, el de su ministro de Gobernación, Mario Moya Palencia, y otros colaboradores son mencionados públicamente como imputados.
Juan Velásquez, abogado del ex presidente, dijo que sabe que el expediente contiene miles de páginas, en las cuales hay incluso menciones de notas periodísticas que no constituyen prueba alguna. Afirmó que los delitos que podrían desprenderse de la represión del 10 de junio de 1971 prescribieron a los 30 años, y que el delito de genocidio -que no prescribe- no puede ser aplicado ahora porque fue aprobado por el Senado en 1992 y no es retroactivo.
En todo caso, como dijo el politólogo Raymundo Riva Palacio, "el juicio de la historia ya determinó que [Echeverría] es culpable, da igual de qué lo van a acusar; es culpable para la historia". Agregó que en este proceso se invierte un capital político importante "en algo juzgado, que no está en la memoria inmediata de los mexicanos".
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), en la oposición, al que pertenece Echeverría, adelantó que revisará que "el pliego de acusaciones esté acorde a la justicia, a la legalidad plena y al Estado de derecho", pero advirtió que no aceptará "ningún intento del Estado para aniquilar a los adversarios políticos y para relacionar estos hechos con procesos electorales".En algunos círculos políticos se afirma que el proceso de la guerra sucia es una idea del presidente, Vicente Fox.
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