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Reportaje:LA MEDALLA DE AZNAR

La distinción más alta de EE UU

Edison, Truman, Mandela y Churchill, entre los galardonados con la medalla de oro del Congreso

La medalla de oro del Congreso es la manifestación más alta de reconocimiento nacional en EE UU por parte de las cámaras legislativas del país. "El Congreso expresa de esta forma el agradecimiento público en nombre de la nación por contribuciones distinguidas", según Stephen Stathis, del servicio de investigación de la Biblioteca del Congreso. Los que ponen en marcha el proceso de concesión de la medalla son los representantes y los senadores, que por iniciativa propia o porque reciben peticiones en ese sentido, patrocinan o promueven solicitudes para distinguir "acontecimientos históricos o grandes logros a cargo de individuos o instituciones", explica Stathis.

Para que se conceda la medalla, la regla 3 (f) 1 A del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes ordena al subcomité correspondiente que la petición debe contar con el acuerdo de al menos dos tercios de los miembros de la Cámara, lo que supone 290 congresistas. Además, y según la regla 3 (f) 1 C, otro subcomité debe exigir que se cumplan, entre otros, estos requisitos para que se ponga en marcha el proceso legislativo: la medalla debe ser recibida por una persona natural; la medalla se entrega porque se ha llevado a cabo un logro que tenga impacto en la historia o en la cultura de EE UU; el que la recibe debe estar vivo o llevar muerto no menos de 5 años y no más de 25.

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Además, en el Senado, el Comité de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos debe garantizar que dos terceras partes de la Cámara -es decir, 67 senadores- respalden la propuesta. Cuando una ley de concesión de la Medalla de Oro del Congreso se ha aprobado en las dos cámaras con las exigencias mencionadas, el presidente de EE UU procede a firmarla. A continuación se discute el diseño de la medalla, que es diferente en cada ocasión. El secretario del Tesoro toma la decisión final sobre el diseño, y la medalla se acuña en la Casa de la Moneda de Filadelfia. La medalla tiene habitualmente 7,5 centímetros de diámetro y contiene algo más de 425 gramos de oro. Un fondo público cubre los costes de diseño y fabricación, que se sitúan ahora en torno a los 30.000 dólares. El presidente, en nombre del Congreso, entrega la medalla.

En el caso de la condecoración solicitada para el ex presidente José María Aznar, el impulsor de la solicitud fue el congresista republicano Jim Gibbons. El demócrata tejano Silvestre Reyes fue copatrocinador. La propuesta ha recibido el respaldo de 306 miembros de la Cámara de Representantes, pero aún no ha empezado a debatirse en el Senado. Amy Spanbauer, directora de Comunicación de Gibbons, señaló ayer a EL PAÍS que no hay ninguna relación entre la propuesta y cualquier contrato que el anterior Gobierno español firmara con una empresa -en este caso, el despacho Piper Rudnick- para impulsar la concesión de la medalla. La propuesta fue aprobada en mayo de 2003, recuerda Spanbauer, y el despacho empezó a trabajar específicamente sobre el asunto meses más tarde, para acelerar la recogida de firmas. En todo caso, añade, es un procedimiento habitual: "Muchos gobiernos tienen contratos con empresas de relaciones públicas, debido a que el Congreso se ocupa de diferentes asuntos comerciales, de tarifas, de asuntos internacionales... Esto no es una excepción, pero, en todo caso, la medalla de oro del Congreso no tiene nada que ver con el contrato".

¿Por qué la solicitó el congresista Gibbons? Según su portavoz, "porque pensó que el presidente español, José María Aznar, merece el mismo nivel de reconocimiento que Tony Blair tuvo

. Había dos hombres junto al presidente George W. Bush en la reunión de las Azores; Tony Blair recibió su medalla y el congresista sintió que también debería recibirla José María Aznar. Los esfuerzos en este sentido, insisto, han sido completamente independientes de cualquier acción o gestión de cualquier firma. Han sido esfuerzos hechos por la oficina del congresista y, personalmente, por el propio Jim Gibbons".

En su origen, la medalla fue concedida a distinguidos participantes en la Revolución Americana y en la guerra de independencia. Luego, el Congreso decidió ampliar el abanico y entre las 300 distinciones entregadas se encuentran, además de generales y políticos, inventores como Thomas Edison, pioneros como Charles Lindbergh y figuras del mundo del espectáculo como Walt Disney, Frank Sinatra, Bob Hope y John Wayne; deportistas como el atleta Jesse Owens, el boxeador Joe Louis, los ex presidentes Harry Truman, Ronald Reagan y Gerald Ford, y el asesinado Robert Kennedy. También han sido reconocidos hechos de gran relevancia, como la expedición Byrd al océano Antártico, los trabajos de la Cruz Roja americana y la labor de los navajos que desarrollaron un lenguaje en clave en la II Guerra Mundial.

Entre los 18 ciudadanos de otros países que han recibido la medalla de oro del Congreso están el Papa Juan Pablo II, la madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela, Simon Wiesenthal, la reina Beatriz de Holanda y los primeros ministros británicos sir Winston Churchill y Tony Blair.

Entre las actuales solicitudes que el Senado debate se encuentra la medalla de oro para los tripulantes y pasajeros del avión de United Airlines que se estrelló en Pennsylvania el 11 de septiembre de 2001 después de que otros tres aviones guiados por terroristas suicidas hubieran atacado las Torres Gemelas y el Pentágono.La medalla, según el senador Arlen Specter, reconocería "la heroica y noble acción" que pasajeros y tripulación tomaron para impedir que el avión se dirigiera a Washington.

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