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Elorza exige garantías para aceptar la ubicación de la incineradora

Su gobierno condicionará la tramitación del expediente urbanístico

El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, advirtió ayer que el gobierno en minoría que lidera se opondrá a la ubicación de la incineradora en la zona donostiarra de Aritzeta, como se acordó el pasado lunes, si las mancomunidades, la Diputación y las Juntas Generales de Guipúzcoa no aceptan "todas y cada una" de las garantías y contrapartidas que reclama, y que ha plasmado en un documento. Ese escrito no cuenta en su literalidad con el respaldo de los grupos municipales de la oposición.

Como baza con la que jugar, el primer edil donostiarra citó la tramitación del expediente urbanístico que requerirá la futura planta de tratamiento de basuras, que dará servicio a toda Guipúzcoa, salvo la comarca de Txingudi, que tendrá su propia instalación. "¿O se creen que el Ayuntamiento no va a decir nada en toda la tramitación del expediente, en la modificación del Plan General de Ordenación Urbana o en la tramitación de las licencias oportunas, aunque su aprobación también dependa de la Diputación?", preguntó Elorza.

"No vamos a ser tan estúpidos de aceptar" la construcción de la planta en San Sebastián "por un procedimiento manipulador", subrayó. Y es que Elorza reiteró que la decisión de implantar la incineradora en la capital, apoyada mayoritariamente por los nacionalistas, responde a "razones políticos" impuestas por el PNV y EA, a cuyos representantes instó a exponer las cuestiones técnicas que les han llevado a respaldar el emplazamiento de Aritzeta. "Seguimos esperando las explicaciones", apuntó.

La Junta de Portavoces del Consistorio donostiarra se reunió a primera hora de ayer para analizar la decisión de implantar la incineradora en San Sebastián. En la votación celebrada el día anterior participaron los ocho alcaldes de los municipios candidatos a albergar la planta y los presidentes de las siete mancomunidades de servicios implicadas. Diez de estos quince representantes, todos del PNV y EA, respaldaron construir la polémica infraestructura en Aritzeta, en una parcela situada cerca de la A-8 y a 1,4 kilómetros de los barrios de Ibaeta e Igara. Odón Elorza no participó en la votación para "no legitimar" un procedimiento que consideró "harto amañado".

El caso es que, durante la Junta de Portavoces, sólo la coalición PNV-EA "acató" la decisión de levantar la incineradora en terrenos de San Sebastián. Los socialistas no la respaldaron y el PP salió por la calle del medio. Los populares creen que hay mejores emplazamientos que el aprobado, pero no tienen definida cúall es la ubicación más idónea. "Queremos buscar el acuerdo entre todos los grupos", manifestó Carlos Sancho.

El presidente de la Mancomunidad de San Marcos y portavoz de PNV-EA, Román Sudupe, calificó de "irresponsable" la postura de no respaldar el acuerdo del lunes, teniendo en cuenta que la capacidad del vertedero al que van a parar las basuras de la comarca de Donostialdea -la mitad de las que se generan en Guipúzcoa- se agotará en 2006, tres años antes de la fecha en que está previsto que empiece a funcionar la incineradora. "Elorza intentará sacar provecho político, pero la mejor apuesta por San Sebastián es resolver el problema de los residuos cuanto antes ", indicó Sudupe. El portavoz peneuvista abogaba por el emplazamiento de Urnieta, pero el lunes votó a favor de Villabona por mandato de la junta de San Marcos, con mayoría socialista.

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Socialistas, populares y nacionalistas sí se pusieron de acuerdo en solicitar para la ciudad, de manera general, garantías, compensaciones y protagonismo en la instalación y gestión de la incineradora. Pero a la hora de concretar el contenido de estas peticiones surgieron de nuevo las discrepancias. Elorza exige que se aprueben los ocho puntos de su documento, en el que reclama, entre otras cosas, el uso de las tecnologías más avanzadas y contrapartidas por hipotecar un suelo que podría utilizarse en el futuro para usos residenciales y equipamientos. Demanda también una cota de poder importante en el consorcio que gestionará los residuos de Guipúzcoa.

"Estamos bastante alarmados"

"No tenemos información fehaciente de las posibles afecciones" de la incineradora. "Estamos bastante alarmados", asegura Koldo Lizarralde, dueño de un agroturismo y de una plantación de cultivos ecológicos situados en la falda sur del monte Igeldo, en los alrededores de donde está previsto construir la polémica planta.

La misma preocupación comparten los encargados de otras dos casas rurales cercanas y los titulares de la decena de caseríos que salpican las cercanías de la parcela donde se pretende levantar la incineradora. Una finca que, según Lizarralde, es propiedad de Igara Gestión, una sociedad formada en su día entre la Diputación de Guipúzcoa y el promotor José Osinalde.

En cualquier caso, para Lizarralde el debate no es dónde se ubica la planta, sino la idoneidad o no de este sistema para tratar las basuras. "Deberían realizar una consulta popular", apunta, al tiempo que confía en que la "reacción popular" paralice el proyecto de la incineradora.

La coordinadora Ekologistak Martxan considera que es una infraestructura "muy cara", que tendrá "fuertes impactos" en la calidad de vida de los ciudadanos. El grupo de EB en San Sebastián volvió a rechazar el proyecto y recordó que Denis Itxaso, el edil socialista encargado del medio ambiente, dio por bueno hace tres meses el debate sobre la planta. "No es ético plantear que algo es bueno o malo en la medida en que le toca a uno cerca", señaló en una nota la formación, cuya portavoz no participó en la Junta de Portavoces al estar de vacaciones.

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