Dieta mediterránea
Una reciente campaña publicitaria institucional nos indica las bondades para la salud de comer cinco piezas de fruta al día. Claro que no tiene en cuenta que hoy por hoy la fruta en los mercados, supermercados, hipermercados, megamercados y en la "tienda de la esquina" tiene un precio desorbitado.
Si siguiéramos las recomendaciones del anuncio, los supuestos beneficios para la salud se transformarían en grave perjuicio para el bolsillo, lo cual redundaría luego en taquicardias y problemas de corazón. Problemas que pueden prevenirse con una pieza de fruta al día, por supuesto. Ridículo.
Para una familia de cuatro miembros seguir una dieta mediterránea en la actualidad supone un desembolso desorbitado si tenemos en cuenta que estamos en uno de los países con mayor producción de frutas y hortalizas. Y es que en la actualidad casi es más barato comer de postre un bisté que un par de rajas de melón.
¿Qué está ocurriendo? ¿Cómo es posible diferencias del 300% entre los precios de origen y los de destino? ¿Quién se queda el beneficio? Lo que está ocurriendo en la actualidad con los precios de verduras, y sobre todo frutas, no tiene justificación alguna, muy a pesar de lo que digan algunos colectivos. Es mejor que comiencen a promocionar la dieta nórdica a base de mantequilla y proteínas animales, en la actualidad mucho más baratas (en relación con la cantidades recomendadas); y si no lo creen, hagan números.
No serán tan saludables, pero con el ahorro podemos ir a San Diego a hacernos el bypass correspondiente debido a la acumulación de colesterol y quizá de esta manera los precios de frutas y hortalizas vuelvan a la normalidad cuando nadie los coma. La dieta mediterránea, ¡un timo!, o ¿una forma de enriquecerse para algunos?
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