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LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M | La comisión parlamentaria

La audición o el subconsciente de Pedro Díaz-Pintado

El policía-guía canino de Lobi, el pastor alemán de tres años que entró en la furgoneta descubierta en Alcalá de Henares el 11-M, no prestó declaración ayer en la comisión de investigación. Por error, fue citado su compañero Francisco Javier Alemán, el guía de Hanibal, el labrador de tres años y medio que se limitó a olisquear en el exterior de la furgoneta. Fue una mañana de perros. Y lo fue también para el ex comisario general de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro, el hombre que según su superior durante el 11-M, el subdirector general operativo, Pedro Díaz-Pintado, le dijo por teléfono que el explosivo utilizado en los atentados había sido dinamita marca Titadyne.

Cuadro fue recibido por el presidente de la comisión, Paulino Rivero, antes de entrar en la sala.

El comisario Cuadro sostiene que no dijo que era Titadyne y que no podía saber la marca
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-Señor presidente, ¿puedo decir unas palabras antes de comenzar?, dijo Cuadro.

-Sí. Está previsto que el compareciente pueda hacer una introducción, apuntó el presidente.

Cuadro tenía, como luego se vio, dos prólogos. Uno, referido a que su versión de los hechos, como ya había adelantado Díaz-Pintado en su propia comparecencia, se enfrenta en total contradicción a la de su superior; dos, una introducción propiamente dicha sobre sus pasos durante la jornada del 11-M.

Una vez aclarado que él, después de una dilatada experiencia profesional, no podía decir cosas como las que se le han atribuido, es decir, como las que Díaz-Pintado ha puesto en su boca, hizo un relato pormenorizado.

En una instrucción sumarial, si Cuadro y Díaz-Pintado -que tienen una excelente relación, y antes de acudir cada uno ante la comisión han hablado previamente, según ambos han informado sin ambages- fueran sometidos a una diligencia de careo, como prevé la ley de Enjuiciamiento Criminal, el juez debería expresar, una vez terminada la diligencia, su opinión.

El problema es que aquí no ha habido careo, lo que es muy relevante a la hora de ejercer la inmediación.

Pero así son las cosas. En cualquier caso, habría que hacer una evaluación del contenido y de la firmeza de cada uno de los testigos en la defensa de su versión.

Pedro Díaz- Pintado, según narró ante la comisión, llamó por teléfono a Cuadro la misma mañana de su comparecencia, el 8 de julio pasado. Le dijo lo que pensaba declarar, a saber, que sobre las 12.45 del día 11 de marzo, estando en el Ministerio del Interior, a su requerimiento, Cuadro le devolvió una llamada y le dijo que el explosivo utilizado en los atentados era marca Titadyne (la marca utilizada por ETA tras haber hecho un gran alijo robado en Francia). Díaz-Pintado le dijo que esa mañana, tras escuchar la citada palabra, Titadyne, él mismo le preguntó a Cuadro si estaba seguro.

-Seguro, le dijo Cuadro, según Díaz-Pintado.

El subdirector general operativo dijo a la comisión que Cuadro le objetó por teléfono esa versión.

-Yo dije que podría ser, dijo Cuadro, según Díaz-Pintado.

Ayer, la versión que ofreció Cuadro es diametralmente opuesta. Lo que vino a decir es que no dijo que era Titadyne porque era materialmente imposible y advirtió que cualquier profesional sabe que no puede ser. ¿Por qué? Por la sencilla razón que no podía conocer la marca comercial sin hacer las pruebas. ¿Qué podía conocer? Que era dinamita. Según explicó, los expertos en desactivación de explosivos, tras hacer pruebas con restos y según el cráter de las explosiones y el tipo de cortes en las puertas de los vagones de tren, pudieron llegar a la conclusión que se trataba de dinamita. Pero nunca el tipo de dinamita, la marca comercial.

"Seguro" es algo que un profesional a esas alturas, la una del mediodía, no podría nunca decir. Pero, en todo caso, Cuadro también negó que dijera que "podría" ser Titadyne, como anticipó Díaz-Pintado en su comparecencia.

Cuadro estaba irritado pero no perdió la compostura. Consideró que Díaz-Pintado es un excelente, extraordinario y magnífico profesional. Pero, advirtió, él no se apea ni en un millón de veces de su versión. Le dijo, pues, que era dinamita con cordón detonante (para reforzar la potencia del explosivo) pero nunca Titadyne.

"Si ha habido un error, no sé de dónde pudo venir, a lo mejor fue de audición o que el subconsciente te lleva a ello", dijo Cuadro.

Puede parecer un debate bizantino. Pero no lo es. Ángel Acebes y sus servicios utilizaron esa dinamita durante todo el día, en España y en Naciones Unidas, para justificar que la autora era ETA, organización que habría usado su "explosivo habitual". Es algo, por tanto, que merece ser aclarado.

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