Chirac condena y exige la detención de los autores de un ataque racista en París

El presidente de Francia, Jacques Chirac, y el ministro del Interior, Dominique de Villepin, mostraron anoche su preocupación y su repulsa por la agresión contra una mujer de 23 años, acompañada de su bebé de 13 meses, cometida el viernes en un tren de cercanías de la periferia de París, por un grupo de jóvenes que les creyeron judíos. El incidente no había trascendido hasta que las autoridades lo hicieron público a última hora de ayer, acompañado de una enérgica condena del jefe del Estado a ese "acto vergonzoso y odioso" y la exigencia de que sus autores sean detenidos y condenados con la mayor severidad.

La mujer, cuya identidad no ha sido comunicada, fue atacada en el tren por un grupo de jóvenes de 15 a 20 años. La versión difundida precisa que algunos de ellos eran magrebíes. Los agresores le quitaron el bolso y buscaron rápidamente en su interior. Al encontrar un documento de identidad en el que figuraba una dirección del distrito 16 de París, uno de los jóvenes gritó que en ese distrito -uno de los barrios acomodados de la ciudad- "no hay más que judíos".

A continuación, los agresores sacaron cuchillos, le cortaron mechones del pelo a la mujer, le rasgaron la ropa y le trazaron tres cruces gamadas en el vientre con pintura negra. El bebé, empujado en medio de la refriega, cayó de su silla al suelo del vagón, aunque no sufrió heridas. Los agresores huyeron sin ninguna dificultad. Los demás viajeros presenciaron la escena pasivamente, como suele ser habitual cada vez que pandillas juveniles de los suburbios hacen acto de presencia.

Villepin condenó "con la mayor firmeza" esta "agresión innoble, agravada con gestos racistas y antisemitas", e informó de que la policía tiene instrucciones de encontrar a los autores "en el plazo más breve". La agresión se produce tras el discurso pronunciado el jueves por Jacques Chirac para movilizar a la nación en contra de la escalada de actos racistas.