El Ayuntamiento ordena retirar de las marquesinas anuncios de alcohol y tabaco
La edil Paz González pide al Gobierno regional que haga cumplir la 'ley antibotellón'
Una denuncia del concejal socialista Óscar Iglesias sobre publicidad en los chirimbolos y en las marquesinas ha motivado que el Ayuntamiento de la capital haya exigido a las empresas concesionarias la retirada inmediata de los carteles que anuncien alcohol y tabaco. La concejal de Medio Ambiente y Servicios a la Ciudad, Paz González García, remitió ayer sendas cartas a las empresas Cemusa (de las marquesinas) y a J C Decaux (concesionaria de los chirimbolos) en la que les ordena que retiren de manera inmediata estos carteles, ya que vulneran la ley antibotellón.
La crítica de Óscar Iglesias es clara: El actual alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aprobó cuando era presidente del Gobierno regional la Ley sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos, conocida como ley antibotellón, que entró en vigor en julio de 2002. El artículo 28, en los apartados g y h, recoge que está prohibida la publicidad de tabaco y bebidas alcohólicas "en los medios de transporte público, tanto en el exterior como en el interior, así como en los locales o estancias destinados para la espera de estos transportes públicos" y "en todos los lugares donde esté prohibida su venta, suministro y consumo".
Ante estos antecedentes, Iglesias exige a Ruiz-Gallardón que cumpla la ley y ordene la retirada inmediata de este tipo de publicidad prohibida: "el Gobierno municipal tiene que cumplir la ley y retirar y multar inmediatamente a las empresas que están sacando mucho dinero con una actividad que está prohibida". "Es decir, está prohibido el consumo de alcohol en las calles y en las plazas y, sin embargo, la calle está llena de publicidad de este tipo de sustancias y nadie, en concreto el Ayuntamiento, hace nada al respecto", concretó. El edil socialista también reclamó que la administración local ponga en marcha inspecciones continuas para evitar que los anunciantes sigan incumpliendo la prohibición de la ley antibotellón.
El concejal del PSOE recuerda además que la publicidad de ambas sustancias supone, según la citada ley, una falta grave, que puede acarrear multas que van desde los 30.051 hasta los 60.101 euros. "Es increíble que el mismo que redactó y promovió la ley [Ruiz-Gallardón] no sea capaz de hacerla efectiva en la capital y que las empresas campen por sus fueros", criticó Iglesias.
Esta prohibición de anuncios de tabaco y alcohol no afecta a los medios de comunicación, según el artículo 27 punto 2, que recoge que no se permitirá este tipo de publicidad "en los programas, páginas o secciones dirigidos preferentemente o exclusivamente a menores de dieciocho años". "Esta prohibición alcanza a las publicaciones editadas o divulgadas en la Comunidad de Madrid, y a los operadores de radio, televisión, Internet y otras redes informáticas a los que se extiende la competencia de la Comunidad de Madrid", añade el citado artículo de la ley antibotellón.
Iglesias presentó en mayo de 2001, en la Comisión de Juventud de la Asamblea de Madrid, cuando era diputado regional, una proposición no de ley para que los soportes públicos no anunciarán consumo de alcohol y tabaco. Fue rechazada por los diputados del PP.
La reacción del equipo de gobierno municipal no se ha hecho esperar. Tras ser preguntada por este asunto por EL PAÍS, la concejal de Medio Ambiente y Servicios a la Ciudad, Paz González García (PP), remitió ayer mismo sendas cartas a las empresas concesionarias del mobiliario urbano (los conocidos chirimbolos) y de las marquesinas de la Empresa Municipal de Transportes, J C Decaux y Cemusa, respectivamente. En las misivas, les relataba que los servicios técnicos de la concejalía habían detectado publicidad que vulneraba la ley antibotellón. Por ello, se lo comunica "al objeto de que procedan con carácter inmediato a la retirada de dichos carteles publicitarios, exigiendo por tal motivo el escrupuloso cumplimiento de la legislación vigente".
La edil del PP también les comenta en los escritos que ha dado trasladado de este incumplimiento a la Consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid "como autoridad competente a los efectos oportunos".
Y es que, según recordaron ayer técnicos de la Concejalía de Medio Ambiente y de Servicios a la Ciudad, la competencia directa y sancionadora también corresponde a la Agencia Antidroga, dependiente de la Consejería de Sanidad. Paz González, de hecho, también ha remitido una carta al titular de este área, Manuel Lamela Fernández. En la misma le explica que ha pedido a sendas empresas que retiren con carácter inmediato la citada publicidad. "En este sentido y a los efectos oportunos, te remito las direcciones de los concesionarios de mobiliario urbano con publicidad de este Ayuntamiento, por si tuvierais que dirigiros a ellos en ejercicio de vuestras competencias", concluye el escrito. Fuentes municipales reconocieron ayer que también existen vallas y enormes toldos en la ciudad, y también en la región, en los que se hace publicidad de güisquis, ginebras y rones.
Inspecciones a pie de calle
Un portavoz de la Agencia Antidroga señaló ayer que este organismo dispone de sus propios servicios de inspección y que uno de los programas que llevan a cabo es el control específico de la publicidad exterior de alcohol y tabaco. "Ahora mismo tenemos abiertos expedientes por publicidad de tabaco y alcohol de toda la región por valor de 1,45 millones de euros", explicó el portavoz.
Este periódico intentó recabar ayer, sin éxito, las opiniones de las dos empresas concesionarias del mobiliario urbano de la capital y de alguna compañía de vallas publicitarias exteriores.
Fumar en las marquesinas
La anterior concejal de Obras, Elena Utrilla, de quien dependía la publicidad del mobiliario urbano en el anterior mandato municipal, pidió un informe al secretario general del Ayuntamiento en el que le preguntaba si la ley antibotellón afectaba a los chirimbolos y a las marquesinas municipales. El citado documento oficial concluyó que las marquesinas no podían ser consideradas "zonas estanciales", como recoge la ley para prohibir la publicidad, por estar al aire libre, sino elementos del mobiliario urbano. De ahí que el equipo de Gobierno, dirigido entonces por José María Álvarez del Manzano, permitiera este tipo de anuncios.
La denuncia del edil socialista Óscar Iglesias ha hecho que la actual responsable del mobiliario urbano, Paz González García, hace otra lectura de la norma y del posterior informe del secretario general del Ayuntamiento, de forma que las marquesinas también son lugares de espera de los transportes públicos. Por eso, si se prohíbe fumar en los sitios donde se concentren las personas, éstas también tienen derecho a una atmósfera limpia. Esto implica por tanto la prohibición de carteles de tabaco y alcohol.
Pero hasta la fecha los chirimbolos y las marquesinas son campo abonado para la publicidad de bebidas alcohólicas y de marcas de tabaco. Durante meses, los madrileños han podido ver una conocida marca de ginebra en las paradas de los autobuses que jugaba con su nombre y anunciaba ser libre a quien la tomara.
Un simple recorrido por las principales calles de la capital también permite ver cómo el tabaco tiene grandes carteles anunciadores por doquier. Grandes fotografías de jinetes a caballo o dibujos de un marca de cigarrillos rubios pueblan estos espacios publicitarios. Y eso, pese a que ha comenzado la temporada de rebajas y los grandes almacenes han copado los espacios más caros y, por consiguiente, los más visibles por los paseantes y conductores.
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