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Arzalluz: "Excepto Maragall, los socialistas son unos jacobinos que no entienden España"

Francesc Valls

"Con la excepción tal vez de Maragall y quizá de Narcís Serra, los socialistas son unos jacobinos que no entienden España". Así se expresó ayer Xabier Arzalluz, un jubilado de la primera línea política que se resiste a pasar a la reserva. En Barcelona, adonde acudió invitado por la Fundació Catalunya 2003, que dirige su amigo, el consejero de Comercio, Pere Esteve, el ex presidente de la ejecutiva del PNV pronunció su conferencia sobre 'El conflicto vasco', dentro del ciclo Los nacionalismos en el Estado español.

Arzalluz no defraudó al auditorio que abarrotaba la Fundación Tàpies. El hombre que ha dirigido los destinos del nacionalismo vasco en los últimos años hizo un uso limitado de su capacidad pirotécnica. Eso sí, empezó con una rueda de prensa de aperitivo en la que denunció que el actual sistema de financiación supone "un expolio" para Cataluña. Luego, tras pasar de puntillas -para lo que en él es habitual- por las críticas de Pasqual Maragall a la insolidaridad del concierto vasco, el ex presidente del Euskadi Buru Batzar se puso el uniforme foralista y bajó al salón de actos. Hizo hincapié en la supuesta incompatibilidad visceral entre los fueros vascos y las constituciones españolas. Y entre ellas la última, que "apenas fue aprobada por el 30% de los vascos".

Tras un ortodoxo recorrido por la historia del nacionalismo vasco, las críticas a izquierda y derecha. Arzalluz sacó sus afiladas armas dialécticas para destazar al PSOE y al PP. A los socialistas los despachó con mayor brevedad: "Hemos convivido mucho durante el franquismo y de ellos no espero nada serio". También le llegó el turno al ministro de Industria y pimer secretario del PSC, José Montilla, quien anteayer afirmó que el plan Ibarretxe conduce a un callejón sin salida. "¿Quién va hacia un callejón sin salida si se hace un referéndum y se avala el plan?", se preguntó Arzalluz antes de definir a los socialistas como un partido de jacobinos con, quizá, las dos ya citadas honrosas excepciones.

Pero la palma de la conferencia se la llevó el Partido Popular de José María Aznar, a quien el ex presidente del PNV conoce desde la doble vertiente de ex aliado y de oponente político. Aunque básicamente en esta segunda acepción, porque como dijo Pere Esteve en la presentación, Arzalluz fue el bastión que no dobló el espinazo ante el PP mientras otros reputados nacionalismos rendían sus banderas a Aznar. Y ayer el ex dirigente del nacionalismo vasco fue especialmente duro con el ex presidente del Gobierno: "Me alegro de que se haya ido como se ha ido, mostrando su talante". "Pero quizá si hubiera seguido un par de años más nos habría hecho un favor, se habría acabado alguna cosa, porque en política hay que saber también aprovechar la fuerza del adversario", sentenció.

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