El videoartista Doug Aitken despliega sus perturbadoras instalaciones en Caixafórum

Estaremos seguros mientras todo se mueva es el título de la exposición de video-instalaciones que el californiano Doug Aitken (Redondo Beach, 1968) presenta desde hoy hasta el 26 de septiembre en Caixafórum -el centro cultural de la Fundación La Caixa en Barcelona- y que posteriormente se exhibirá en la sala Rekalde de Bilbao. Se trata de la primera muestra individual en España de uno de los artistas estadounidenses más relevantes de los últimos años, cuyas obras se han podido ver hasta ahora sólo en proyectos colectivos.

Una chica rubia jugando al tenis, un obrero negro bailando claqué y un joven oriental en actitud meditativa acogen al visitante desde las tres grandes pantallas de la estructura arquitectónica en forma de cruz griega que ocupa el espacio central de la sala de exposiciones de Caixafórum. La luz intermitente de las imágenes guía al visitante en el misterioso espacio sumido en la oscuridad. Rostros y paisajes, sonidos y silencios hilvanan una historia fragmentada, sucediéndose en las pantallas a velocidad vertiginosa. La pieza, que ha sido adquirida por la colección de arte contemporáneo de la Fundación La Caixa, se titula Interiors y no en balde es la estrella de la exposición Estaremos seguros mientras todo se mueva.

El término videoinstalación resulta insuficiente para los grandes entornos audiovisuales (unos 300 metros cada uno), en los que imágenes y sonidos atrapan al visitante en una atmósfera perturbadora y envolvente.

Las historias, aunque no lineales, resultan densas en elementos narrativos: el reto es buscar los menos visibles y perceptibles a través de los cuales el artista explora la capacidad de los detalles, a veces aparentemente insignificantes, para cambiar el rumbo de los acontecimientos. "En las obras de Aitken quedan plasmados estos subgestos, como diría José Saramago, y el caos que pueden generar", afirma la comisaria de la exposición, Marta Gili.

Junto a Interiors se presentan otros dos proyectos de grandes dimensiones. Estoy en ti es la historia de una niña y de su vida diaria, relatada a través de cinco pantallas, donde la cotidianidad de la pequeña protagonista, rodeada por una sociedad hiperactiva y cada vez más rápida, es acompañada por su voz que repite en un susurro como si se tratara de un mantra: "I can't stop, you can't stop".

"Esta pieza refleja el intento de establecer cómo el tiempo nos afecta el sentido de la experiencia. La niña no puede parar ni siquiera cuando está durmiendo. De hecho, nadie puede parar y estaremos seguros mientras todo se mueva, siempre y cuando el caos coexista con la armonía", explica el propio Aitken.

El caos, concebido como elemento regenerador, protagoniza la tercera instalación, Escombros que vuelan, una alegoría del paraíso perdido a través de tres espacios y nueve pantallas en los que hombres y mujeres completamente desnudos y desamparados se mueven entre tierras baldías y claustrofóbicas urbanizaciones periféricas de clase media. La mínima contaminación sonora que se produce refuerza el diálogo entre las piezas y contribuye a despertar los sentidos del espectador.

El recorrido se completa con tres fotografías retroiluminadas de la serie Plateau, que reproducen maquetas de panoramas urbanos (compuestos de edificios emblemáticos y en muchos casos reconocibles), construidas manualmente con latas de Coca-Cola, cajas de equipos informáticos y embalajes de compañías de transporte rápido.

Paralelamente, en el patio del vecino pabellón Mies van der Rohe, se presenta Skyliner, una instalación sonora inédita, concebida especialmente para este espacio y producida por la Fundación La Caixa.

Se trata de un móvil con cinco altavoces, que se mueve con el viento, lo cual, junto con los movimientos del espectador, produce una composición siempre distinta. La narración visual es sustituida por un relato sonoro, hecho de fragmentos de conversaciones inteligibles y ruidos manipulados, en su mayoría grabados en los aeropuertos. "La pieza pretende ofrecer sugerencias y estimular el recuerdo; me gustaría que ofreciese al público la posibilidad de descubrir algo", concluye el artista.