"Prefiero tener a los mafiosos en libertad y sin dinero que en prisión y con dinero"
"Rusia debe dejar de considerar los conflictos congelados en las regiones secesionistas de Georgia como su propio problema interno", afirma Mijaíl Saakashvili, el político que ha creado una dinámica nueva en el sur del Cáucaso desde la Revolución de las Rosas, que en noviembre puso fin a la carrera del veterano Eduard Shevardnadze. Elegido presidente de Georgia con el apoyo del 96% de los votantes, Saakashvili, un abogado de 38 años, tiene prisa. Sus partidarios le ven como la esperanza de acabar de la pobreza y de unir a las regiones rebeldes de Osetia del Sur y Abjazia, que son independientes de hecho desde que ganaron sendas guerras con Georgia en 1993. Sus detractores, surgidos en las filas de antiguos correligionarios, dicen que se salta la legalidad para ejercer una "justicia revolucionaria" contra los funcionarios corruptos del régimen anterior y que habla más que hace.
"Shevardnadze es demasiado mayor para ser juzgado, sería un mal precedente"
"No queremos fuerzas extranjeras, pero estamos dispuestos a ayudar a Rusia"
Pregunta. Entiendo que ya tiene un plazo para restablecer la integridad territorial de Georgia.
Respuesta. Será durante mi mandato. Georgia evoluciona de forma muy dinámica y queremos resolver todos los conflictos artificiales que quedaron aquí como resultado de la injerencia rusa de principios de los noventa, cuando Moscú trataba de establecer líneas de defensa para protegerse. Esta táctica está hoy anticuada y tenemos que habérnoslas con residuos de aquel periodo. Hablo de Abjazia, que es un agujero negro y una gran zona al margen de la ley, y de Osetia del Sur, una zona de contrabando que hemos clausurado con nuestros puestos de policía. Tras resolver los problemas con Adzharia, ahora estamos estableciendo control sobre el contrabando en Osetia del Sur e intentamos hacer lo mismo en Abjazia, aunque ahí es más difícil. Intentamos resolver los conflictos dirigiéndonos a la gente. En Osetia del Sur les hemos mandado abono y hemos llevado a los niños de vacaciones al Mar Negro. Y en respuesta a nuestras actividades para ayudar a la población, Rusia mandó 320 camiones llenos de armas en una noche.
P. ¿Qué les ofrece a las regiones?
R. A Osetia del Sur, una autonomía territorial y la protección de sus derechos de pequeña comunidad étnica. A Abjazia, una autonomía mas amplia y una relación federal o confederal con Georgia. Estamos dispuestos a que la comunidad internacional, incluida Rusia, les garanticen su autonomía. Pero no quieren hablar con nosotros, y si no quieren, les forzaremos a ello con medidas económicas y legales y mecanismos internacionales. Moscú les ha dicho que no deben hablar al Gobierno georgiano y quiere mantener el statu quo, pero no será posible.
P. ¿Estaría dispuesto a admitir la independencia en alguna circunstancia?
R. En ninguna. En el caso de Abjazia, porque más de 50% de la población eran georgianos antes de la guerra (1992-1993), y en Osetia del Sur porque estamos hablando de una administración apoyada por Rusia. Estaría dispuesto a organizar un referéndum sobre la independencia de Abjazia, si todos los georgianos que huyeron pudieran volver allí.
P. ¿Puede mediar la UE entre Georgia y las regiones secesionistas?
R. La UE puede ayudar a integrar a Georgia en las estructuras europeas. Georgia será miembro de la UE en la próxima década e ingresará antes en la OTAN. Hoy tememos un lobby fuerte en la OTAN y la UE, porque hay países que conocen Georgia mucho mejor que los de Europa Occidental.
P. ¿Se juzgará a los supuestos funcionarios corruptos del régimen de Shevardnadze que hoy pagan grandes sumas por salir de la cárcel sin que se observen los procedimientos legales?
R. Todas las detenciones se han efectuado de acuerdo con la ley. Prefiero tener a los jefes de la mafia en libertad y sin dinero que en prisión y con dinero. Todos serán juzgados, pero si la gente nos trae el dinero voluntariamente es que lo tiene. El jefe de los ferrocarriles, cuyo salario nunca superó los 200 dólares al mes, pudo traer 12 millones de dólares, y eso nos permite incrementar los salarios de los funcionarios o reformar la policía. Eso es socialmente justo y la ley lo permite desde que la cambiamos.
P. ¿Goza Eduard Shevardnadze de inmunidad?
R. Shevardnadze es demasiado mayor para ser juzgado. Sería un mal precedente, porque tocaría el espinoso tema de la sucesión en otros países de la Comunidad de Estados Independientes. Si los presidentes de esos países ven que juzgamos a Shevardnadze, nunca dejarán el poder. Muchos de ellos fueron presa del pánico cuando hicimos la revolución.
P. ¿Es el centro antiterrorista que ofrece a Rusia una compensación por el abandono de las bases militares?
R. Admitimos que Rusia tiene intereses legítimos aquí y que su principal interés es aislar las fronteras de la amenaza terrorista. Cooperamos muy estrechamente en la vigilancia de la frontera y queremos crear un centro de entrenamiento suplementario. Nuestros militares están ahora mejor preparados que cualquiera de los regimientos rusos, pero carecen de capacidades técnicas en aviación o tanques, y los rusos pueden enseñarnos ese tipo de cosas, como los americanos nos han enseñado otras. No queremos fuerzas extranjeras en nuestro territorio, pero estamos dispuestos a organizar alguna fuerza pequeña para ayudar a Rusia a combatir la amenaza terrorista.
P. Usted ha elogiado a Vladímir Putin, ¿tiene paralelismos con él?
R. Nos movemos en diferentes entornos. La sociedad de Georgia es pluralista. En la televisión georgiana me critican cada día, pero en la televisión rusa no se oyen críticas a Putin. Las críticas me obligan a mejorar mi política. A Putin nadie le obliga. Ambos entendemos que se deben tomar decisiones firmes y que debe establecerse un orden, pero puede que tengamos diferentes nociones de orden.
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