El Parlamento ruso anula el salario mínimo y recorta las pensiones

La Duma Estatal o Cámara baja del Parlamento ruso aprobó ayer en primera lectura la ley que anula las ventajas sociales a una serie de categorías de ciudadanos. El documento, impulsado por el Gobierno, elimina, entre otras cosas, el salario mínimo y traspasa una serie de cargas a las regiones, muchas de las cuales, según pronósticos de expertos, no disponen de medios para cumplir con sus nuevas obligaciones sociales.

La jornada de ayer estuvo marcada por protestas de jubilados y activistas de la oposición que se manifestaron en diversos lugares de la capital rusa. La protesta más importante -con participación de unas 2.000 personas- tuvo lugar en la plaza Manege, a escasos pasos de la Duma Estatal. La policía arremetió a palos contra los jubilados cuando éstos trataron de llegar a la sede del Parlamento para manifestarse a sus puertas. En otro incidente, dos activistas del Partido Nacional-Bolchevique lograron llegar hasta el balcón de la sala de sesiones, desde donde lanzaron sobre las cabezas de los diputados octavillas y billetes de cinco rublos falsos con la imagen del presidente ruso y la inscripción "¡Rusia sin Putin!". Otros tres nacional-bolcheviques subieron hasta el techo del hotel Moscú, que queda frente a la Duma, y colgaron una gran pancarta que decía: "La eliminación de las ventajas sociales es un crimen contra el pueblo". Los cinco activistas fueron detenidos por la policía.

Los diputados aprobaron la polémica ley con 296 votos a favor y 123 en contra, que correspondieron principalmente a comunistas y miembros de Ródina (Patria). Rusia Unida, el partido proPutin, votó "condicionalmente" a favor del documento, al que asegura introducirá importantes enmiendas en la segunda lectura.

Sistema más justo

El Gobierno trata de convencer a la gente de que no se trata de privar a los jubilados de sus conquistas sociales, sino de crear un sistema más justo que contempla el reemplazo de las ventajas a las que tienen derecho y que muchos no utilizan por una suma en metálico. Ésta variará en dependencia de la categoría de jubilados. La compensación en dinero oscilará entre un máximo de 3.500 rublos mensuales -unos 99 euros- para los que tienen las máximas condecoraciones nacionales y un mínimo de 600 rublos. Pero muchos rechazan el reemplazo de las ventajas sociales por dinero porque consideran que las sumas prometidas no compensarán los gastos, sobre todo en caso de enfermedad.

Los sindicatos, mientras tanto, están categóricamente en contra de que se elimine el concepto de sueldo mínimo federal, algo en lo que el Gobierno aparentemente está dispuesto a ceder y permitir que se apruebe la enmienda correspondiente en la segunda lectura.

La nueva ley delimita las obligaciones sociales del centro federal y de las regiones, traspasando a éstas una serie de cargas. Al mismo tiempo, el documento aprobado elimina la uniformidad en el pago de los empleados públicos, dejando éste a criterio de las autoridades regionales.

El documento priva a las provincias de una serie de entradas que tenían en concepto de impuestos al tiempo que aumentan sus obligaciones sociales. Así, unos 19 millones de personas a las que deberán pagar compensaciones por las ventajas sociales eliminadas ahora pasan a ser responsabilidad de las regiones.

Según cálculos efectuados por Mijaíl Zadórnov, actual diputado y ex viceprimer ministro responsable de Finanzas, unas 40 regiones no estarán en condiciones de cumplir con sus nuevas obligaciones, lo que creará serias tensiones sociales.