La OEA controlará en Colombia las armas de los paramilitares

La Organización de Estados Americanos (OEA), encargada de verificar el proceso de paz que se inició formalmente el pasado viernes en la localidad colombiana de Santa Fe de Ralito, un caserío a hora y media de Monteria, capital del departamento de Córdoba, iniciará en los próximos días el recuento de las armas que tienen los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en la zona destinada a los diálogos.

Se trata de un primer paso en su tarea de verificar que estos grupos cumplan el cese de hostilidades al que se comprometieron cuando anunciaron en diciembre de 2001 su deseo de lograr la paz. La OEA montará seis oficinas en todo el país.

El cese de hostilidades ha sido el tema espinoso. Hasta vísperas del inicio del diálogo los paramilitares violaron lo pactado. El fin de semana pasado, en un comedor comunitario y frente a un grupo de niños, mataron a un líder local en Valledupar, en la costa del Caribe.

Teunis Kamper, embajador holandés, portavoz de la UE, lo dejó claro en una entrevista con el diario El Tiempo: "La UE espera que los paramilitares estén negociando de buena fe para terminar el conflicto, desarmarse y desmovilizarse" . Kamper reconoció que en su escepticismo cuenta el fracaso del diálogo del anterior diálogo con las FARC, proceso por el que apostaron varios países europeos . "Europa tiene más cautela para involucrarse nuevamente en un proceso no muy bien definido hasta la fecha (...). Quizás en un futuro, si es un proceso serio nos acercaremos más".

Fue pobre la presencia internacional en el acto de inauguración de los diálogos, que se realizó bajo una enorme carpa para evitar el calor asfixiante de esta región. Mancuso, comandante máximo de las AUC, se mostró dolido. Espera que esto cambie con el tiempo. Repite que su deseo de paz va en serio.

Para el Gobierno, esta primera etapa del diálogo -seis meses que se puedan ampliar- debe servir para consolidar el cese de hostilidades y para definir el cronograma de ubicación y desmovilización de estos ejércitos ilegales de unos 15.000 hombres diseminados en distintos frentes por todo el país. Las AUC presentaron una agenda más amplia, incluye la "redefinición y verificación del cese de hostilidades" y las garantías para la reincorporación a la vida civil de todos sus combatientes.

Fue apenas un barniz de lo que buscan con esta negociación. Su verdadera propuesta se conocerá el próximo 23 de julio, cuando este hombre corpulentose presente ante el Congreso y presente ante el país sus cartas.