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UNA INVESTIGACIÓN POLÉMICA

El cultivo en tejidos humanos facilitará su uso médico

La técnica empleada para frenar la diferenciación y garantizar la multiplicación en buenas condiciones de las células extraídas del blastocisto, que consiste en cubrir las placas de cultivo con tejido de placenta humana -también existe la posibilidad de utilizar células de prepucio-, garantiza que las investigaciones futuras que se realicen con células procedentes de las dos líneas presentadas ayer puedan aplicarse en seres humanos sin riesgos.

De las 72 líneas aprobadas por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, la inmensa mayoría de las cuales no son utilizables por otras razones, sólo ocho se han derivado con esta técnica. Las restantes recurrieron a un soporte celular de ratones. "Es un punto importante que las células se cultiven sobre tejido humano", explica Juan Esplugues, miembro del equipo investigador y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), "porque las cultivadas sobre tejido de ratón resultan inservibles por el riesgo de transmitir enfermedades de los animales a los humanos".

En el mundo existe actualmente un número escaso aunque desconocido de líneas de células madre embrionarias. A las de Estados Unidos se suman las producidas en algunos países europeos e Israel y Singapur al menos, pero se sabe que hay líneas celulares patentadas que no se han hecho públicas por motivos de mercado.

150.000 líneas

El cultivo en tejidos humanos de las dos líneas celulares anunciadas ayer en Valencia es un primer paso pero no garantiza que a la hora de curar con tejidos creados a partir de éstas -cuando esto sea posible- se pueda gereralizar el uso de forma universal. Cada persona tiene unos factores inmunológicos distintos que complican la situación. Sin embargo, existen grandes grupos de población que presentan antígenos de histocompatibilidad similares. Carlos Simón comentó ayer que serían necesarias 150.000 líneas celulares para cubrir los perfiles de toda la población mundial. "El objetivo sería crear una base de datos que registrara las condiciones de las distintas líneas de forma que al consultar el aplotipo [la identidad inmunológica del paciente] se buscara la más próxima a sus características". En el trabajo desarrollado por el equipo del Instituto Valenciano de Infertilidad, de 40 embriones descongelados, finalmente se obtuvieron dos líneas. "Con estos datos, necesitaríamos tres millones de embriones para alcanzar las 150.000 líneas".

Otra solución sería abrir las puertas a la transferencia nuclear, también llamada clonación terapéutica. En este caso, se emplea la célula de uno mismo para crear células madre de las cuales derivar un tejido cuyo destino es la propia persona. La compatibilidad inmunológica es total, pero los reparos éticos de diversos sectores sociales hacen de esta opción una solución remota.

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