Confebask alerta del riesgo de que fallen las inversiones propias

La patronal vasca, Confebask, quiso mostrar ayer el lado sombrío de la realidad. Su presidente, Román Knörr, se dirigió a los medios de comunicación en un paréntesis del consejo general anual, su máximo órgano, para transmitir los múltiples temores de la organización. Por un lado, en un contexto de "incertidumbre", advirtió del riesgo de deslocalización de las multinacionales y de la "no localización" (la falta de inversión), de las empresas locales. Por otro lado, pidió a los partidos políticos que termine el "desencuentro" y a los sindicatos colaboración en un momento en el que, dijo, se necesita sumar "esfuerzos", en vez de luchas por mantener intereses hegemónicos.

Los empresarios vascos ven mal la situación de la economía y lo repiten en cada ocación, ak tiempo que piden a sindicatos, políticos y a sus propios asociados que sean conscientes de ello. "La única forma de garantizar la competitividad de nuestra economía, las mejores condiciones de los trabajadores y el mantenimiento del bienestar presente y futuro de nuestra sociedad es que las empresas vascas acierten en el envite", aseguró ayer Román Knörr en Bilbao antes de recordar que el futuro pasa por dar más "valor añadido".

Knörr criticó ayer abiertamente, en el día siguiente a la huelga de metal, "la estrategia a contracorriente" que viene impulsando el sindicalismo vasco: "Ajeno a la realidad, se empeña en defender sus intereses hegemónicos por encima de todo lo demás". El presidente no quiso mencionar expresamente a ninguna central, ni siquiera a preguntas de los periodistas. Solamente insistió en que la actuación sindical puede llevar las relaciones laborales "a un callejón sin salida".

Ante la situación de incertidumbre que amenaza el crecimiento económico, Knörr apostó por el fin del terrorismo, del desencuentro político y de la conflictividad laboral para minimizar los efectos y garantizar el empleo y el desarrollo de Euskadi. Además, apeló a la actuación conjunta de instituciones, partidos y sindicatos para lograr la estabilidad que Euskadi necesita y abordar con éxito la transición económica actual.

Sin esta concertación de esfuerzos, los empresarios advierten de que no no sólo se agudizará la deslocalización de empresas fuera del País Vasco, sino que el País Vasco correrá el riesgo de la "no localización" de las empresas propias.

Knörr insistió en que la globalización, unida a la revolución tecnológica, supone un "nuevo paradigma que agudiza la competencia mundial hasta límites antes desconocidos". "Otros vienen a disputarnos lo que hasta ahora habían sido nuestros mercados propios", subrayó.

Otras deslocalizaciones

Para el secretario general de Confebask, José Guillermo Zubia, en muchos casos la deslocalización se produce porque algunos procesos productivos "han dejado de ser rentables", aunque precisó que junto a estas situaciones "habrá otras que no respondan estrictamente a cuestiones económicas, sino que sean provocadas por actitudes de tipo social o laboral". Para Zubia lo importante es que se debe ser capaz de defender lo que permanece.

Por otro lado, ayer el Consejo Económico y Social del País Vasco (CES) criticó la falta de coordinación de las múltiples instituciones y agentes que actúan en el campo de las políticas activas de empleo. Esta situación causa duplicidades y dispersión de recursos y deja a los potenciales usuarios insuficientemente atendidos, según se recoge en su informe sobre Las políticas activas de empleo en la CAPV y en la UE, donde reclama una mayor coordinación en aras a conseguir mayor eficacia.

El presidente del CES, Rafael Puntonet, señaló que el gasto realizado en esta materia fue el año pasado en Euskadi de 259,5 millones de euros, el 2,8% del gasto público vasco consolidado, correspondiendo en un 57% a la Administración central (vía Inem principalmente), un 23% a los fondos europeos y el resto al Gobierno vasco, diputaciones y ayuntamientos.

Euskadi no tiene asumidas las políticas activas de empleo porque reiteradamente el Gobierno vasco ha rechazado esta competencia que ya ostentan el resto de las autonomías, si no va acompañada de la recaudación de las cuotas a la Seguridad Social. El presidente del CES advirtió de que la transferencia de las políticas de empleo a Euskadi "no resuelve todo este problema" porque, en la medida en que se sigan haciendo políticas activas de empleo por parte de muchos agentes, "seguirá siendo necesaria una coordinación".