Los mandos antiterroristas piden que no haya cámaras durante sus comparecencias
La comisión estudiará mañana la solicitud de los agentes, que alegan motivos de seguridad
Los jefes antiterroristas llamados a declarar ante la comisión de investigación del 11-M van a cursar peticiones, en principio individuales, para que no haya ni cámaras de televisión ni fotógrafos que capten su imagen durante sus comparecencias. Los funcionarios consultados han alegado motivos de seguridad personal, ya que la mayoría de ellos están en las listas de posibles objetivos de ETA, a la que han combatido durante años. Algunos de ellos, además, ya han abandonado sus respectivos puestos y tienen menores niveles de protección. La comisión considera "razonable" este deseo y lo va a estudiar mañana.
Las citaciones de miembros en activo o ya retirados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han creado una evidente inquietud en ellos. Para todos será la primera vez que comparezcan en una comisión parlamentaria y, por ello, albergan ciertos recelos, algunos de ellos referidos a las condiciones escénicas en las que tendrán que comparecer.
Los agentes consultados han insistido en que están dispuestos a contar todo lo que les pregunten los diputados, siempre que consideren que las respuestas no suponen una intromisión en el secreto del sumario o no violan el secreto profesional. Pero ahora están además preocupados por la preservación de su imagen por motivos de seguridad.
Algunos de los mandos consultados están barajando la posibilidad de solicitar que no haya periodistas en la sala durante sus comparecencias, a fin de que puedan "contar más cosas". La teoría que manejan es que si no hay medios informativos pueden aportar más datos a los parlamentarios, desde acciones que habría que abordar en el futuro hasta detalles sobre posibles antecedentes del 11-M, pasando por los huecos o fallos que se han podido producir en las pesquisas. "Si se revelan algunas cosas al público en general pueden revelar fallos que podrían aprovechar los terroristas si no se corrigen de inmediato", según un alto mando policial citado a declarar.
La petición, en principio, se va a circunscribir a que los reporteros gráficos de los medios de comunicación no puedan ni grabarles ni fotografiarles. Los comparecientes alegan que se puede poner en riesgo su integridad personal, ya que tras años de ocultar su identidad y de trabajar contra el terrorismo la difusión de su rostro podría ponerles en peligro.
No se trata sólo de ETA, que reiteradamente los ha situado en su punto de mira, sino también de los terroristas islamistas. Los consultados han recordado para reforzar su tesis la profanación de la tumba del subinspector de los GEO Francisco Javier Torronteras, quien fue asesinado por los terroristas que se suicidaron colectivamente en un piso de Leganés (Madrid), el pasado día 3 de abril.
Las fuentes consultadas aseguran que, en el caso de funcionarios de la policía, varios de ellos ya se han dirigido a la Dirección General de la Policía para que, en el momento en que sean citados a declarar, se tramite un documento de solicitud colectiva de mantener su imagen en reserva. Y lo pedirán tanto para los mandos antiterroristas como, por ejemplo, para los artificieros (Tedax). Si finalmente no se cursa la solicitud desde la DGP, lo solicitarán individualmente al presidente de la comisión de investigación, Paulino Rivero (Coalición Canaria).
"Petición razonable"
La misma iniciativa ha sido adoptada por mandos de la Guardia Civil, que incluso han mantenido reuniones informales para ver cómo pueden solicitar que se preserve su imagen, según han informado fuentes de ese cuerpo. Rivero se ha mostrado a favor de atender esta solicitud. "Es una petición razonable", aseguró el presidente de la comisión. De hecho, la solicitud se abordará, casi con total seguridad, en la reunión de la mesa de la comisión que se reúne mañana.
La cuestión estará también en resolver cómo se utilizan las cámaras del circuito cerrado de televisión del Congreso, dispositivo que se utiliza habitualmente en las reuniones de comisiones parlamentarias. Existen precedentes en los que se ha anulado la señal de vídeo y se ha mantenido la de audio durante comparecencias en comisiones de investigación, según fuentes parlamentarias.
Otro temor de los policías es que, a fuerza de preguntarles por posibles fallos cometidos durante investigaciones sobre terrorismo islamista previas al 11-M, puedan quedar, en palabras de uno de los citados, "como tontos o inútiles". Y también temen que se utilicen esos fallos para justificar actitudes de algunas instituciones que intervinieron en los hechos ocurridos entre el 11 y el 14 de marzo, en especial el Gobierno del PP.
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