Delors y Villepin reclaman un referéndum sobre la nueva norma
La ratificación francesa de la Constitución europea va a convertirse en objeto de una polémica que dividirá los distintos partidos franceses. Para el socialista Jacques Delors, antiguo presidente de la Comisión Europea, el referéndum es inevitable "aunque sea un arma de doble filo". Para Delors, el texto constitucional "aporta progresos, algunas mejoras" respecto de la situación presente, aunque admite que resulta "decepcionante" porque los británicos han bloqueado cualquier avance en materia fiscal, social o presupuestaria: "Algún día habrá que preguntarle a Gran Bretaña si realmente quiere seguir perteneciendo a la UE".
Para Dominique de Villepin, actual ministro de Interior del Gobierno conservador francés y anterior titular de la cartera de Exteriores, "es importante que los franceses puedan expresarse sobre ese reto" de la construcción europea. Si De Villepin dice "desear el referéndum", admite que "la decisión depende del presidente de la República", pues sólo él tiene poder para optar "por la vía parlamentaria o la consulta popular".
Valéry Giscard d'Estaing, antiguo presidente de la República y presidente de la Convención que ha elaborado el proyecto de Constitución, "desea que se deje pasar un cierto tiempo antes de adoptar" el texto. Para él "es difícil de imaginar" que el presidente francés, Jacques Chirac, "rehúse consultar la opinión del pueblo sobre una cuestión constitucional". Giscard reclama una campaña larga para explicar la ley fundamental europea.
66% a favor del plebiscito
Las encuestas afirman que el 66% de los franceses son favorables al referéndum, pero eso no garantiza nada sobre el resultado del mismo. Tanto la derecha como la izquierda se dividen al respecto. Chirac prefería una segura aprobación parlamentaria, pero el principal candidato a su sucesión, el actual ministro de Economía, Nicolas Sarkozy, ha forzado a la dirección de la UMP, el partido chiraquista, a declararse a favor del referéndum. Muchos diputados desean sin embargo votar no.
Para uno de los líderes del soberanismo galo, Philippe de Villiers, "hay que organizar el voto contra esa Constitución que transformará Francia en un simple land de la Europa de Bruselas". Entre los socialistas, las dos corrientes minoritarias, que representan el 40% de los militantes, se han declarado en contra del texto y exigen el referéndum. "Los socialistas debemos abandonar esa situación esquizofrénica que nos obliga a respaldar un texto que consagra el triunfo del modelo liberal", dijo el ex ministro socialista Henri Emmanuelli.
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