Moratinos afirma que España será uno de los primeros países en ratificar la Constitución
El Gobierno consultará al Parlamento antes de decidir si convoca o no un referéndum
Pocas horas después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hiciera su valoración de la Constitución en Bruselas, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró ayer en Madrid que España será "uno de los primeros países" en ratificar la Ley Fundamental acordada por los líderes europeos, pero también advirtió de que el método para refrendarla "está abierto". El Gobierno aún no ha decidido cómo hacerlo, aunque sí ha reiterado su disposición favorable a un referéndum y su voluntad de abrir un diálogo con todas las fuerzas políticas para llegar a un consenso.
El ministro evitó, en cambio, el debate sobre las características concretas del sistema de doble mayoría aprobado, con el argumento de que "sería largo y tedioso, porque se trata precisamente del tipo de cuestiones que hacen que el ciudadano medio se aleje" de las instituciones europeas. "El Gobierno se propuso defender los intereses de los españoles, pero manifestando su vocación europea, y ha tenido éxito". Su estrategia fue "mejorar las posiciones que España obtuvo en la Convención" y su método "cambiar lo que era una posición de bloqueo por otra donde la firmeza, el talante y el diálogo fueran los instrumentos", argumentó el jefe de la diplomacia española.
"El texto puede crear algunas dificultades" de comprensión en el ciudadano medio, admitió en otro momento Moratinos, que anunció la intención del Gobierno de lanzar una campaña explicativa de logros y virtudes de esta primera Constitución Europea.
Aunque el ministro no ha desvelado la fórmula para su ratificación, tanto el Partido Popular, en el Gobierno, como el PSOE, en la oposición, se mostraron en el pasado favorables a la convocatoria de un referéndum. El PP también ha anunciado que cuestionará en el Parlamento el acuerdo alcanzado por Zapatero, pero en ningún caso, según las declaraciones de sus líderes en la pasada campaña electoral, va a defender el no a la Constitución en una consulta popular.
El ministro dejó constancia de dos cosas: que cree que el resultado de tanta laboriosidad no será estable, ya que "habrá de ser replanteado totalmente cuando entre Turquía, dada la importancia de su población" y que no tiene ninguna duda de que "el proceso de ratificación [de la Constitución europea] se saldará con un éxito". Turquía deberá pasar un examen en diciembre para que los Veinticinco evalúen su evolución en la normalización democrática y el respeto de los derechos humanos, a raíz del cual la UE decidirá si fija o no una fecha para la apertura de negociaciones de adhesión.
Moratinos fue, en cambio, menos que escueto ante las cuestiones numéricas relativas al compromiso sobre el reparto de votos que, aseguró, "garantiza la defensa de los intereses españoles". Su departamento distribuyó ayer mismo, sin embargo, un cuadro en el que se muestra cómo el número de posibilidades de España de formar coaliciones de cuatro países con posibilidades de influencia o bloqueo se ha multiplicado por cinco con el paso del 60% de la población previsto por la Convención al 65% del acuerdo del viernes, mientras que los países grandes registran aumentos de sólo el dos y pico por ciento.
Preguntado por la trascendencia de ese dato, que en el caso español es similar o inferior al correspondiente a otros países medios y pequeños, como Polonia, Grecia o Bélgica, el ministro respondió que se había dado porque "la preocupación era que España perdía peso, y el cuadro refleja que mejora de manera sustancial en relación con Francia y Alemania".
A la cuestión de cómo se explica que se diga que España obtiene en esta Constitución una capacidad de influencia semejante a la de Francia, Italia o el Reino Unido, según sostiene el Gobierno, cuando sus posibilidades absolutas de formar las coaliciones mencionadas son 95 mientras que las de los otros países citados son, respectivamente, 140, 132 y 138, afirmó que la capacidad de influencia no sólo depende de los números.
Comentó que "no hay conciencia" de lo que implica una Europa a 25, y afirmó que, con el umbral del 65% de la población aprobado, "España tiene 15 millones de posibilidades de formar coaliciones triunfantes" en la UE. "Tendremos dificultades en algún momento", añadió, "pero si, además, por el cambio de posición política, logramos mayor capacidad de diálogo con los grandes, como Francia o Alemania, tendremos garantizada la defensa de los intereses españoles". Para Moratinos, lo logrado en esta cumbre de Bruselas es ya una prueba de la capacidad de interlocución del Gobierno español con los grandes, medianos y pequeños que se oponían a las propuestas de la presidencia irlandesa y a las posiciones españolas.
El ministro razonó también que la capacidad de influencia del eje mediterráneo no ha decaído, y menos cuando se incorporan a la UE países como Chipre y Malta, y que Bulgaria o Rumania también pueden sumarse a él. No dijo nada, en cambio, sobre la pérdida española de posibilidades de formar coaliciones para bloquear decisiones perjudiciales en el ámbito financiero comunitario.
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