La Fundación NMAC reúne a 36 artistas en un clima de silencio
Marina Abramovic coordina cinco días de ayuno y espiritualidad para crear nuevas obras
El parque escultórico de la Fundación Montenmedio de Arte Contemporáneo (NMAC), en Vejer de la Frontera (Cádiz), se convirtió esta semana en un reducto espiritual para artistas. Durante cinco días, 36 creadores de todo el mundo, bajo la tutela de Marina Abramovic (Belgrado, 1946), se han sometido a un proceso de purificación mediante el ayuno, la abstinencia sexual, el silencio y un exigente programa de ejercicios físicos y mentales. La experiencia, titulada Cleaning the house (Limpiando la casa), culminó anoche con las performances concebidas por los artistas durante su aislamiento.
No es la primera vez que Marina Abramovic realiza un proyecto como éste. Con cierta inspiración mística y budista, en los años setenta empezó a ensayar en solitario regímenes ascéticos enfocados a la creación artística, llegando a prolongarlos hasta un máximo de 12 días. Pero nunca hasta la fecha había tenido tal cantidad de alumnos. "La idea es que hay que purificar la mente para producir una obra de arte pura. El mensaje final sería algo así como 'hay que aprender a vivir cada vez más con cada vez menos", comenta.
El mediodía del pasado viernes los participantes, todos ellos miembros de la organización Independent Performance Group (IPG), se reencontraron con el almuerzo y la conversación visiblemente satisfechos. "Lo fascinante ahora es ver cómo 36 personas que han convivido durante cinco días, comunicándose sólo con el cuerpo, con los ojos, se reencuentran. Es un estado de ebullición", asegura Abramovic.
Largas caminatas, despertares a golpe de tambor, infusiones de menta y ejercicios - escribir el propio nombre durante una hora o enfrentarse prolongadamente a un espejo- han sido algunos elementos del programa. "Cuando hicimos esto en países nórdicos fue más agotador físicamente. Esta vez fue más dura la parte emocional", afirma la artista-monitora.
Lógicamente, más de un integrante del taller se resiente en el transcurso del mismo: algunos sufren dolores de cabeza, acaso también un golpe de calor. Un contrato previamente firmado con Abramovic, sin embargo, les impide abandonar. En cuanto al eventual sufrimiento psicológico, parece un riesgo asumido. "En eso consiste la prueba: en desarrollar la disciplina y la fuerza de voluntad".
La cubana Tania Bruguera explicó que el objeto último del taller consiste en "buscar el centro de cada uno". "Los performers usamos la energía como herramienta fundamental, y para hacerlo tienes que aprender a controlarla", explicó. "Cinco días sin comer y sin hablar; eso suena peor de lo que realmente es. Lo mejor es que aprendes a vivir el momento en el que estás", añadió.
Un compañero suyo, el granadino Jesús Ramos, celebraba su primer tazón de gazpacho en cinco días mientras calificaba el taller como "una experiencia tan dura como enriquecedora". "Marina es como la madre superiora, el gurú de la secta. Hay que tener una personalidad propia, pero no olvidar que estamos dentro de un paisaje, que formamos parte de un todo", explicó el artista, que viajará en fechas próximas con sus colegas a Nueva York para ofrecer los frutos de este trabajo.
Por otra parte, la Fundación NMAC acogió también ayer la inauguración de una nueva pieza que viene a sumarse a su catálogo de arte expuesto al aire libre. Se trata de El puente, una obra formada por vasijas de cerámica pintadas a mano, en cuya realización han colaborado varios artesanos locales. Su creadora, la artista china Shen Yuan (Xian You, 1959), explica el proyecto como "una metáfora concebida para unir diferentes culturas, pero que por otro lado resulta inaccesible. A simple vista se antoja como una alucinación, un espejismo del desierto".
Babelia
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