Sánchez Arévalo refleja sus obsesiones familiares en 'Física II'
El director pasa la primera criba con su cuarto cortometraje de cara a los Oscar
En la 16ª edición de la Semana de Cine de Medina del Campo (Valladolid), Sánchez Arévalo ganó 24.000 euros por el guión de Física II, y con ese dinero, el de la productora Avalón y algo suyo ha financiado el corto de 19 minutos que se estrenó el pasado abril en Medina del Campo. Es un continuo suma y sigue. Con Gol ganó el gran premio del jurado del Notodofilmfestival
y repitió el año pasado con Exprés, el primer corto candidato a los Goya creado expresamente para Internet. Además, es autor de Profilaxis, una divertida reivindicación de la masturbación anal masculina.
"El guión de Física II surge un poco de mis obsesiones con las relaciones padre-hijo que también reflejé en Exprés", explicaba esta semana en Madrid. "Tengo fijación por esa edad en la que un hijo tiene que enfrentarse a su padre y tomar sus propias decisiones. Por la dificultad que hay para no hacer daño a un padre al expresar tus deseos de lo que quieres hacer con tu vida", prosigue. Confiesa que el tema tiene algo de autobiográfico: "Nunca he podido decirle que no a mi padre. No tengo ningún problema, me llevo muy bien, pero creo que estudié Empresariales porque un día mi padre dijo: 'Tú tienes que estudiar Empresariales y llevar los negocios de la familia". Unos asuntos de familia que no son tales: "Mi padre es pintor; mi madre, actriz; mi hermana, bailarina, y mi hermano, realizador de televisión. Yo era el único que no iba a seguir el camino y he sido el que más se ha metido de lleno".
Cumplidor, se graduó en Empresariales y con 22 años empezó a escribir guiones para
"Me dieron una beca Fullbright para estudiar un master de cine en Nueva York y ahí descubrí el poder de la cámara. Me di cuenta de que las cosas que yo escribía se podían hacer como lo había imaginado". A su vuelta para "ganarse el pan" se convirtió en guionista de Hospital Central, pero los proyectos de cine le hicieron abandonarlo todo. Tenía entre manos dos proyectos, Física II y La culpa del alpinista, un corto con guión de Julio Medem, que le apadrinó en un proyecto de una marca de café que financiaba los cortos de los supuestos cinco directores del futuro. "Muchos dicen que si te dan 15 millones para hacer un corto, cualquiera puede. En el fondo es un poco verdad. Hay que desmitificar la idea de que somos los mejores", dice con modestia y con reconocida timidez a la hora de posar para el fotógrafo.
En sus cintas le gusta "crear un mundo muy cerrado", con unos personajes muy concretos que parezcan aislados y sin muchos extras. "El reto del chaval de Física es decirle a su padre que no quiere trabajar en la portería. Es algo pequeño y a mí me interesa contarlo como una epopeya", señala el director, que se ve incapacitado para contar Troya.
"No sé qué haría con ocho cámaras". Su amistad con Medem le ha cambiado su forma de ver el cine: "Él es una persona mucho más lírica, armónica, y La culpa del alpinista es un cuento muy bonito, con movimientos de cámara muy limpios... Yo soy más seco en los diálogos y creo que se notará en lo que haga".
El "terror" de la 'ópera prima'
Daniel Sánchez Arévalo asegura que son muchas las productoras que le han tentado para dirigir su primer largometraje y él se ha quedado con Tesela, con la que ha firmado sin tener un proyecto concreto. "Confían en mi", dice orgulloso pero con "terror". "Estoy reescribiendo en un 90% un guión que hice en Estados Unidos: Azul oscuro, casi negro. Me he quedado con el espíritu, con el argumento de la historia", explica. "Sigo explorando los mismos mundos de Física II. Las mismas obsesiones, las relaciones padre-hijos, entornos urbanos...", continúa el cortometrajista, que pretende rodar el largometraje en junio de 2005. Su ilusión es contar con el reparto y el equipo técnico de sus cortos. "En mis últimos cortos mi director de fotografía era Juan Carlos Gómez, y el montador Nacho Ruiz Capillas. Y me encantaría que estuvieran los actores: Héctor Tolomeo, Jorge Motos, Alberto Ferreiro...", confía. Lo que tiene claro es que será en Madrid: "Lo paso mal saliendo de aquí, y mis propias limitaciones me hacen escribir de cosas cercanas".
Babelia
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