La Filmoteca Vasca se ubicará definitivamente en el edificio de Tabacalera
Sus responsables se sienten "decepcionados" al desecharse el proyecto de la Fábrica de Gas
La Filmoteca Vasca tenía hasta licencia de obras para levantar su nueva sede en la antigua Fábrica de Gas de San Sebastián, pero las instituciones -Gobierno vasco, Diputación de Guipúzcoa y Ayuntamiento de San San Sebastián- tienen otros planes para ella. Este centro audiovisual se integrará en el futuro Centro Internacional de Cultura Contemporánea proyectado en el antiguo edificio de Tabacalera, de cuya definición de contenidos se encargará los próximos días a la empresa bilbaína Bearing Point y la inglesa Locum Destination Consulting por 222.374 euros. "Hay un acuerdo verbal y voluntad compartida", anunció la consejera de Cultura, Miren Azkarate. Los responsables de Filmoteca se mostraron "decepcionados" por la decisión.
Los representantes institucionales -Azkarate, el diputado general Joxe Joan González de Txabarri y el alcalde Odón Elorza- se reunieron ayer en Tabacalera para asumir oficialmente la propiedad compartida del edificio y acabaron confirmando, en medio de una gran tensión, lo que ya era un secreto a voces. La Filmoteca, que ha trabajado los últimos años en un ambicioso proyecto para construir su nueva sede en la antigua Fábrica de Gas, cedida en su día por el Ayuntamiento al Gobierno vasco -el proyecto se estimó en 12 millones de euros -, se instalará en el edificio de Tabacalera. "Falta la decisión formal del Consejo de Administración, pero hay ya un acuerdo verbal y una voluntad compartida", anunció la consejera.
El proyecto de Filmoteca Vasca -de momento una sociedad privada que había comenzado los trámites para convertirse en fundación- comenzó a gestarse a finales de los noventa, antes de que las instituciones impulsaran la creación del Centro Internacional de Cultura Contemporánea. Desde el principio, las instituciones apostaron por un espacio singular, centrado fundamentalmente en las nuevas tecnologías, la imagen y lo audiovisual. De hecho, se estrenaron rubricando un acuerdo con la Fundación Ordóñez-Falcón para crear una Centro Internacional de Fotografía, depositario además de esta colección privada. Pero en la mente de todos estaba Filmoteca Vasca, contenido muy goloso para dar mayor consistencia a una iniciativa cultural de grandes dimensiones aún sin definir. Pero suponía echar por tierra un proyecto, diseñado por el arquitecto Joaquín Montero, en el que se han invertido cerca de 480.800 euros, según fuentes municipales. Filmoteca Vasca tenía licencia de obras para entrar a trabajar en la Fábrica de Gas en mayo de 2003, pero no lo ha hecho. Primero, por cuestiones económicas. Luego, por el debate sobre su futuro que ayer se despejó.
"No voy a negar que sentimos decepción y frustración al ver que un proyecto en el que llevamos trabajando años se ha desechado en aras a otro todavía no definido", reconoció ayer el presidente de la Filmoteca Vasca, Martín Ibarbia. "Ni siquiera nos han dado la oportunidad de defender el nuestro". Lo han decidido unilateralmente y a nosotros no nos ha quedado más remedio que aceptar los hechos consumados", se lamentó.
Ibarbia apuntó además a que este revés a sus pretensiones supone también retrasar la puesta en marcha de una Filmoteca en condiciones. "Y estamos ahogados de locales, nos hace falta espacio". Esta asociación guarda hoy más de 3,5 millones de metros de películas: 1.084 largometrajes; 583 cortos, 16 millones de metros en vídeo, 20.000 revistas..., aún de propiedad privada, que tenían ya asignado un sitio en la Fábrica de Gas. ¿Qué se hará en este espacio? "Volverá a manos municipales", dijo ayer Elorza. "Ya hemos pensado en su posible aplicación". No será de uso cultural, pero sí público y dará servicio al barrio de Morlans, donde está previsto construir 580 viviendas protegidas.
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