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Reportaje:EL FUTURO DE LA UNIÓN EUROPEA

España se juega su poder en Europa

El objetivo de Zapatero en la cumbre es perder el menor peso con respecto a Niza

Carlos Yárnoz

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acude mañana, jueves, y el viernes a su primera cumbre europea con el principal objetivo de reducir al mínimo posible la indudable pérdida relativa de poder que sufrirá España con respecto al vigente Tratado de Niza al aprobarse el proyecto de Constitución europea. Son éstas las principales claves y alternativas que están en juego:

- La ventaja de Niza. Aprobado en diciembre de 2000, es el actualmente vigente, aunque el reparto de votos en el Consejo de la UE se aplicará a partir del próximo noviembre. España (39,3 millones de habitantes) obtuvo con este Tratado 27 votos, sólo dos menos que Alemania (82 millones), Reino Unido (59), Francia (59) e Italia (casi 58), sobre un total de 345 en una UE con 27 Estados (se incluye también a Rumania y Bulgaria). La mayoría cualificada necesaria para lograr acuerdos quedó fijada en 255 votos y, por tanto, la minoría de bloqueo para impedir decisiones, en 90 votos.

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España, por tanto, no tenía grandes dificultades para lograr esa minoría de bloqueo, por ejemplo en dos de las áreas más importantes para Madrid: en agricultura, aliándose con Francia, Italia, Portugal y Grecia, sus socios naturales en ese terreno; en perspectivas financieras (incluye reparto de fondos), aliándose con Polonia, Grecia, Portugal y buena parte de los países recién incorporados de Europa Central y Oriental. A cambio, España perdió en Niza 14 de sus 64 escaños en una Eurocámara que va ganando competencias en cada Tratado.

- El recorte de la Constitución. El proyecto de Constitución pone en relación directa el peso de cada país con su población al definir cómo será la mayoría cualificada: una decisión del Consejo será válida cuando sea apoyada por una doble mayoría de Estados (más del 50%) que representen al menos a tres quintos de la población de la UE (60%). Por tanto, la minoría de bloqueo la formarán, o bien la mitad más uno de los países, o bien los que sumen más del 40% de la población.

El recorte de poder para España (8% de población) es obvio: ni en agricultura ni en perspectivas financieras, por ejemplo, podrá llegar con sus socios naturales a ese 40% de población para impedir decisiones que le disgusten. No sólo eso, sino que únicamente tres grandes países, siempre que uno de ellos sea Alemania (17%), superan ya ese 40% y, por tanto, tienen la llave para bloquear lo que quieran. Era algo que no ocurría con Niza, aunque existía la posibilidad excepcional de que, tras tomar una decisión, un país exigiera comprobar que la misma estaba apoyada por al menos el 62% de la población.

- Diferencia entre el PP y el PSOE. El Gobierno del PP se aferró a Niza y se opuso radicalmente al sistema de doble mayoría. Junto con el de Polonia, que sufre el mismo problema por tener una población similar, provocó el desastre de la cumbre de diciembre pasado cuando los líderes europeos intentaron por vez primera aprobar la Constitución. Tras el 14-M, los dirigentes del PSOE anunciaron que aceptaban con condiciones la doble mayoría y, gracias a ello, se reanudaron las negociaciones.

- La alternativa de Zapatero. España ha establecido su estrategia para mantener elevadas posibilidades de lograr minorías de bloqueo por la vía de la población. Para tener las mismas que en Niza, la combinación 50%-60% habría que modificarla por la 50%-72%. Es una alternativa inviable, porque, entonces, sólo Alemania y otro de los grandes superarían la minoría de bloqueo (28%) y las posibilidades de formar coaliciones para frenar decisiones serían tan elevadas que se adoptarían muy pocas. Por eso, España rebaja su alternativa a la siguiente fórmula: las decisiones serán válidas cuando sean apoyadas por la mitad más uno de países (55,55% en una UE de 27 Estados) que representen al menos a dos tercios de la población (66,66%). Además, España desea recuperar al menos cuatro de los escaños perdidos en Niza.

Con esa fórmula, España y dos de los cuatro más grandes, siempre que uno de ellos sea Alemania, también puede bloquear porque sumaría más del 33,44% de la minoría de bloqueo. En agricultura, tendría fácil lograr alianzas de bloqueo y tampoco lo tendría difícil en perspectivas financieras.

- Freno de seguridad. Como esa alternativa favorece aún más a los cuatro países más poblados (tres cualesquiera de ellos suman más de ese 33,44%), España propone también que el número mínimo de países para bloquear sea de cuatro, condición que le equipara al resto de los grandes (España y tres aliados adecuados también bloquean).

- A favor y contra. Francia y Alemania y una docena de los países pequeños no quieren llegar tan lejos. París, porque no quiere elevar tanto el porcentaje de población para no frenar tanto la toma de decisiones. Alemania rechaza el freno de seguridad porque le hace perder buena parte de la ventaja que obtiene gracias a sus 82 millones de habitantes. Los pequeños exigen que, si se eleva el porcentaje de población, se eleve también el de la mayoría de Estados, su única vía para poder bloquear dado su mínimo peso en población. Este grupo apuesta por equiparar ambos umbrales (50-50, 55-55, o incluso 60-60). A favor de la fórmula estaría Polonia, que aún no se ha definido.

- La alternativa probable. La más manejada hasta ahora es la combinación 55%-65%. España no lograría su objetivo, pero sí limitaría mucho los daños del proyecto constitucional. En agricultura, le seguirá siendo fácil conseguir minorías de bloqueo si cuenta con Francia, Italia, Grecia, Portugal o Polonia. En cambio, en perspectivas financieras lo tendrá complicado aunque sume a su causa a la mayoría de los nuevos países incorporados a la UE con derecho a fondos europeos. Además, cualquier alianza de tres de los cuatro grandes sería suficiente para bloquear, pero España necesitaría siempre un cuarto socio si no está Alemania en su alianza.

- El poder relativo. Pese a esos datos, la alternativa 55-65 es la que da a España el menor poder porcentual de todas las fórmulas citadas aquí (véase gráfico). Ese poder lo miden los expertos de la siguiente manera. En una UE con 27 Estados hay 134 millones de posibles alianzas. El peso relativo de cada país corresponde al porcentaje de alianzas en el que la participación de ese país es necesaria para lograr la mayoría cualificada. Con Niza, el poder relativo de España es 7,4% y el de Alemania, 7,8%. Con la combinación 50-60 del proyecto constitucional, los porcentajes pasan, respectivamente, a 6,4 y 12,8. Y con la 55-65, a 6,1 y 11,9. Son datos de simple referencia matemática, porque obviamente los cálculos no tienen en cuenta las posibles alianzas posibles en áreas concretas o imposibles en otras.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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