El Gobierno tiene la intención de atender la demanda de enviar tropas a Haití y Afganistán
La doble decisión se adoptará antes del 28 de junio y tras consultar al Parlamento
El Gobierno está dispuesto a enviar tropas a Haití y a reforzar el contingente español en Afganistán, atendiendo así las demandas que le han planteado los países latinoamericanos, por un lado, y la OTAN, por otro. Las dos decisiones, aunque independientes entre sí, deben adoptarse simultáneamente, ya que algunos elementos, como helicópteros, han sido requeridos para ambas operaciones. La fecha límite para adoptar estas decisiones es el 28 de junio, cuando se reunirán en Estambul (Turquía) los jefes de Estado y Gobierno de la OTAN.
En los próximos días, probablemente la semana que viene, el Gobierno tiene intención de comparecer ante el Parlamento para cumplir su compromiso de consultar antes de comprometer tropas en misiones internacionales.
El ministro de Defensa, José Bono, que compareció ayer en el Senado, dejó abierta la posibilidad de que el Gobierno atienda las dos peticiones que tiene sobre la mesa, al contrario que lo que hizo el pasado 25 de mayo en el Congreso. Los militares españoles, dijo, "irán donde les mande el Gobierno y el Gobierno les mandará donde considere oportuno, después de escuchar a sus señorías". Aclaró, no obstante, que sólo participará en "misiones de paz o humanitarias", una vez conocido el criterio del Parlamento.
La petición de incrementar las tropas en Afganistán le fue planteada al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, el pasado 4 de junio. La OTAN se ha comprometido a reforzar su presencia en Kabul y hacerse cargo de cinco PRT (equipos provinciales de reconstrucción) para facilitar las elecciones previstas para septiembre en el país asiático. La falta de contribuciones suficientes por parte de los países aliados ha puesto en un serio aprieto a la OTAN, que se juega su credibilidad si no es capaz de cumplir sus compromisos.
Fuentes gubernamentales dan por sentado que la respuesta española será positiva dado el interés expresado no sólo por la OTAN, sino también bilateralmente por aliados como EE UU y Francia. El Gobierno español, sin embargo, descarta hacerse cargo de un PRT; es decir, tomar el control de una provincia afgana, por considerarlo una misión de altísimo riesgo, y prefiere centrar su contribución en Kabul. La OTAN sufre en la capital afgana importantes carencias en materia de helicópteros o aviones de transporte, que podrían ser atendidas parcialmente por España.
Bono recordó ayer que España ya cuenta en Kabul con un destacamento de 141 efectivos, en su mayor parte ingenieros, que se reforzará con otros 92 militares cuando en agosto se despliegue allí el Estado Mayor del Eurocuerpo (del que forma parte España, junto a Francia, Alemania, Bélgica y Luxemburgo). Cualquier incremento sustancial de este contingente, insistió, será consultado con el Parlamento.
Respecto a Haití, la petición le fue planteada a finales de mayo a Zapatero por los presidentes de Brasil, Lula da Silva, y de Chile, Ricardo Lagos. El Gobierno también está dispuesto a implicarse en esta operación, bendecida por la ONU y de carácter exclusivamente latinoamericano.
La dificultad estriba en definir las características de esta contribución. El envío de 200 guardias civiles, reclamado por los países latinoamericanos, se considera inviable y también el de helicópteros, si se comprometen en Afganistán. En esas condiciones, la aportación de un hospital de campaña, una compañía del Ejército y un grupo de expertos militares y policiales, con un máximo de 300 efectivos, parece la opción más probable. En respuesta al portavoz del PP, Ignacio Cosidó, Bono rechazó ayer que la retirada de Irak fuera precipitada y agregó que la resolución aprobada por la ONU es en parte una ficción. "¿O alguien cree en serio que ha sido el futuro Gobierno iraquí el que ha pedido a las fuerzas de la coalición que se queden?", se preguntó. "Más bien", sugirió, "ha sido al revés".
El ministro también reveló que en su reciente entrevista con su homóloga francesa, Michèle Alliot-Marie, mostró a ésta su malestar por el intento de trasladar a Francia los equipos de ingeniería del programa del avión de transporte militar a A400M, que se fabricará en Sevilla.
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