El hombre que acuchilló a su mujer en Huéscar estaba acusado de violencia doméstica
El agresor mató a su esposa tras conocer que el fiscal pedía ocho meses de cárcel por el delito
Santiago Martínez, marido y presunto autor de la muerte de Casimira Martínez, que se produjo el jueves en Huéscar (Granada), estaba acusado de un delito de maltrato familiar. La víctima acudió el pasado 31 de diciembre al Centro de Salud del pueblo para que la trataran después de una supuesta agresión de su esposo. Los médicos enviaron el parte de lesiones al Juzgado que abrió causa contra él, pero no adoptó medidas de alejamiento ni orden de protección. La familia de la víctima asegura que su marido decidió matarla después de que el fiscal pidiera para él ocho meses de cárcel.
Tras conocer los hechos por los médicos, el Juzgado de Instrucción de Huéscar abrió una investigación de oficio, según aseguró ayer el subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz. Después de que la juez tomara declaración a la víctima y a su marido, el fiscal redactó escrito de acusación contra él en el que le imputaba los delitos de maltrato familiar y amenazas y pedía una pena de ocho meses de prisión. El juzgado no adoptó orden de protección ni ninguna otra medida cautelar porque la víctima, que convivía con su marido, no lo solicitó, según fuentes de la fiscalía. La familia asegura que Casimira no estaba representada en el caso por un abogado.
El hijo mayor de la fallecida, José Martínez dijo el jueves que su padre insistía y presionaba a Casimira para que retirara la denuncia que según la subdelegación del Gobierno nunca presentó. Días antes de su muerte, Santiago Jiménez recibió en su domicilio la acusación del fiscal. Fue en ese momento cuando decidió matarla, según la familia, que asegura que el homicidio no fue improvisado. Su cadáver lo encontró otro de sus hijos a las 6.00 del jueves, aunque la mujer llevaba entonces varias horas muerta. Su cuerpo, que yacía sobre un charco de sangre, tenía varias heridas provocadas con un cuchillo, según los médicos que la intentaron reanimar.
La Guardia Civil, que detuvo al presunto agresor cuando trataba de tirarse de un puente, lo puso a disposición judicial hacia el mediodía de ayer. La juez que instruyó sus presuntos maltratos volvió a tomarle declaración, pero no decretó su ingreso inmediato en prisión debido a que, tras la comparecencia, el presunto homicida sufrió una bajada de tensión. Los médicos, que le atendieron en el mismo juzgado, lo enviaron al hospital de Baza (Granada), donde permaneció custodiado por la Policía Nacional hasta última hora de la tarde. Nada más recibir el alta fue trasladado a la cárcel.
El Ayuntamiento de Huéscar celebró por la mañana un pleno extraordinario para condenar el homicidio. Su alcalde, Agustín Gallego (PSOE), leyó una declaración en la que expresó "la más enérgica repulsa" por el asesinato de la vecina y el "total rechazo a la violencia que se viene ejerciendo contra las mujeres en España y en el mundo". El Consistorio ejercerá la acusación particular en el posible juicio contra Jiménez, después de que los concejales lo aprobaran por unanimidad y decretaran dos días de luto oficial.
Unos 1.500 vecinos acudieron ayer al funeral que se celebró a las 11.00 en la Iglesia Mayor de Santa María entre enormes muestras de dolor y rabia. Casimira es la tercera mujer que muere a manos de su pareja en Granada desde que comenzó el año, la número 29 en toda España.
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