Cinco países rechazan que Bruselas gane poder sancionador contra el déficit excesivo
Alemania, Francia, Italia, Polonia y Grecia piden cambiar el proyecto de Constitución
Los Gobiernos de Alemania, Francia, Italia, Polonia y Grecia se oponen a que la Comisión Europea tenga más poder a la hora de expedientar a los países que incumplan el Pacto de Estabilidad y así lo han hecho constar por escrito en una carta enviada al Gobierno de Irlanda, el país que ahora preside la UE. Los cuatro países rechazan en esa carta el contenido de un artículo del proyecto de Constitución europea que, en efecto, da al Ejecutivo comunitario más poder a la hora de constatar pública y oficialmente que un país ha incurrido en déficit excesivo.
El proyecto de Constitución, que está previsto que sea aprobado la semana próxima, va mucho más lejos en materia de control del déficit público. Señala concretamente que, si la Comisión cree que un país tiene déficit excesivo, informará de ello "a dicho Estado miembro", no al Ecofin, y será éste el que lo decida, pero a "propuesta", no "recomendación", del Ejecutivo comunitario.
La Comisión también hará una "propuesta" sobre las recomendaciones a lanzar sobre el Estado afectado. Por ser "propuesta" en ambos casos, el rechazo a la opinión de la Comisión debe adoptarse por unanimidad, lo que hace prácticamente imposible que se materialice y de ahí el poder que consigue Bruselas.
No parece casual que los firmantes de la carta sean los ministros de Exteriores de Alemania, Italia, Polonia y Grecia, porque los cuatro están ahora expedientados por superar o acercarse al límite de déficit público fijado en el Pacto de Estabilidad: un 3% del PIB. Ayer mismo se sumó Francia a esta iniciativa, país que también se sitúa entre los incumplidores.
La carta, enviada el jueves al ministro irlandés de Exteriores, Brian Cowen, levantó las inmediatas protestas de Bruselas, especialmente en el departamento del comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia. Su portavoz señaló que la Comisión velará por que se mantenga el proyecto constitucional en sus actuales términos para defender los intereses comunitarios y no los particulares. "Es un problema de coherencia", dijo.
Los cuatro ministros señalan en su escrito que, "una vez más", quieren subrayar que el contencioso tiene "una gran importancia" y que, como señala el propio Pacto, debe mantenerse en sus términos actuales "el derecho de la Comisión a presentar recomendaciones al Consejo", porque es ése el mejor camino para que el Ecofin tenga "la necesaria flexibilidad" para presentar recomendaciones a los Estados afectados.
La difusión de la carta de los cuatro coincidió ayer con la publicación de un artículo con tono bien diferente en el Financial Times, firmado en este caso por los ministros de Economía de España y Suecia, dos de los países que se han distinguido por su defensa del Pacto. Pedro Solbes y Bosse Ringholm afirman que "el requisito más importante" para que haya un mayor crecimiento en Europa es tener "una finanzas públicas saneadas", por lo que se lamentan de la "erosión" que se está produciendo en el cumplimiento del Pacto.
La mitad incumple
De los 25 países de la actual UE, la mitad de ellos están incursos en procedimientos y expedientes por sus elevados déficit. A su vez, Almunia prevé presentar dentro de dos semanas sus ideas sobre cómo reformar la aplicación del Pacto. Además, el Tribunal de la UE dictará en breve su decisión con respecto al recurso planteado en enero por la Comisión por el acuerdo de junio del Ecofin de dejar "en suspenso" la vía de las sanciones contra París y Berlín.
Ahora, el Tratado vigente en la UE señala que, si la Comisión considera que un Estado tiene o puede tener déficit excesivo, informará de ello "al Consejo", en este caso al Consejo de Ministros de Finanzas (Ecofin). Después, dice el Tratado, el Consejo, a partir de "una recomendación" de la Comisión, decidirá si existe o no ese déficit excesivo.
Si el Consejo admite que hay déficit excesivo, la Comisión "recomienda" entonces qué "recomendaciones" deben hacerse al Estado afectado (por ejemplo, reducir un 0,5% su déficit en un año, rebajar el gasto público en un nivel determinado...). En ambos casos, el Consejo adopta las decisiones por mayoría cualificada y, por tanto, basta que se forme una minoría de bloqueo en contra para rechazar esas "recomendaciones" de la Comisión.
Hace dos años, el Ecofin rechazó la recomendación de aclarar que Alemania sufría déficit excesivo, aunque tuvo que reconocerlo meses más tarde. El mes pasado, el Ecofin también decidió postergar una decisión similar sobre Italia. Los ministros de Finanzas pasaron por alto la "recomendación" de Bruselas.
En noviembre pasado, y gracias a los votos de Alemania, Francia y sus aliados, se modificaron las recomendaciones planteadas por la Comisión contra París y Berlín y, además, el Ecofin dejó "en suspenso" la vía de las sanciones.
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