El Museo Británico reconstruye la colección de estampas de Hernando Colón
La Fundación La Caixa expone 110 grabados que figuran en el inventario de Sevilla
Los 3.204 grabados de la colección de estampas de Hernando Colón (1488-1539), cosmógrafo y consejero de Carlos V, hijo ilegítimo del descubridor, se perdieron a su muerte, y de su biblioteca de 15.000 volúmenes sólo se conservan 3.000. Mark McDonald, conservador de estampas y dibujos del Museo Británico, de Londres, ha rastreado en los últimos cinco años hasta identificar en diversos fondos 1.600 grabados de la colección. La Fundación La Caixa, de Madrid (Serrano, 60, www.fundacio.lacaixa.es), presentó ayer 110, de artistas como Durero y Van Leyden.
El estudio personal de Mark McDonald, que se ha publicado en Londres en tres volúmenes y un CD, se basa en las descripciones del inventario de la colección de 3.204 estampas de Hernando Colón que se conserva en la Biblioteca Colombina, de Sevilla. Su sistema de clasificación, con la división de estampas por su formato y temas, pero sin incluir a los autores, ha permitido identificar los grabados.
Hernando Colón adquirió en sus viajes con el emperador Carlos V una de las mejores bibliotecas de los comienzos del siglo XVI, en un momento de desarrollo de la imprenta y del grabado. En la presentación de la muestra, José Vilarasau, presidente del patronato de la Fundación La Caixa, destacó la calidad de los grabados, que el coleccionista compró en diversos países europeos. Para Asunción Cabrera, coordinadora de la exposición, refleja "una historia de amor, con la pasión del coleccionista, con la belleza y calidad en cada una de sus estampas".
Las láminas expuestas, que pertenecen a la misma época que los adquiridos por Hernando Colón, forman parte de los fondos del Museo Británico, y se han incorporado algunos ejemplares de la Librería Británica, el Ashmolean de Oxford, la Biblioteca Colombina de Sevilla, la Biblioteca Nacional de Madrid y el Kupferstichkabinett de Berlín. La exposición viajará en octubre al Real Alcázar de Sevilla, donde permanecerá hasta diciembre.
"Se trata de una reconstrucción parcial, a partir del inventario con las descripciones de las láminas, único caso de colección del siglo XVI, ya que muchos grabados han desaparecido", declara Mark McDonald, comisario de la muestra, que ha seguido la colección por centros de Alemania, Estados Unidos, España y Francia. "En el siglo XVI, Sevilla estaba en la periferia de la civilización, concentrada en la Italia de la época, pero la exposición demuestra que España tenía una gran importancia cultural, sobre todo en Sevilla". Añade que es imposible saber el destino de la colección, que desapareció a la muerte de Hernando Colón. "Tengo una teoría personal y creo que algunos de los grabados expuestos formaron parte de su colección".
En el montaje, diseñado por Ángel Bados, se han dividido las láminas por escuelas (Italia, Alemania, Suiza, Países Bajos) y los autores identificados, entre los que figuran Alberto Durero, Lucas van Leyden, Antonio Pollaiuolo y Marcantonio Raimundo, se colocan de forma cronológica. En la sala hay vitrinas con libros de la época y un vídeo sobre el grabador y pintor Alberto Durero, que se puede seguir con la traducción en español. El catálogo incluye, además de las reproducciones, textos de de Mark McDonald sobre el grabado y el coleccionismo de estampas durante el renacimiento, la vida y obra de Hernando Colón, el inventario y su sistema de clasificación y la formación de su colección de estampas y biblioteca.
En el grabado Joven sosteniendo una calavera, de Lucas van Leyden, el número 267 del inventario de Sevilla lo clasifica como "Quarto de 1 de hombres vestidos" y se describe como "un hombre hastal onbligo con la diestra muestra a una cabeça de muerte que tiene abaxo de la ropa con la siniestra no se le paresçen los dedos (...).
El comisario declara que Hernando Colón, autor de la biografía de su padre, la Historia del Almirante, escrita al final de su vida, era una persona rara. "Todavía no he comprendido bien su personalidad. Hay pocos documentos sobre los grabados que adquiría, sobre todo de grandes formatos, en sus viajes por Italia, Alemania y Francia, aunque en sus libros ponía de su puño la fecha y la ciudad de la compra. Se sabe que en 1522 se hundió un barco que llevaba desde Génova 3.000 volúmenes y mil grabados para sus colecciones.. "Era obsesivo. Su interés se centraba en el coleccionismo, en los viajes y en comprar cosas. No sabemos más, salvo que era el que más sabía de los viajes de Colón".
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