Tropas estadounidenses liberan a los tres rehenes italianos y un polaco
Al menos 12 personas mueren en dos ataques con coche bomba en el norte del país
Tres guardaespaldas italianos que permanecían secuestrados en Bagdad desde el pasado 13 de abril fueron liberados ayer, en una operación de rescate desarrollada por tropas estadounidenses. Con los tres italianos fue puesto también en libertad un empresario polaco, Jerzy Kos.
El retorno de Umberto Cupertino, Salvatore Stefio y Maurizio Agliana fue acogido en Italia con inmensa alegría y con indisimulada satisfacción por parte del Gobierno, que se atribuyó el éxito: "Elegimos la estrategia adecuada, basada en el silencio absoluto y en no negociar nunca con los terroristas", declaró Silvio Berlusconi. El ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, explicó que el espionaje italiano había detectado días antes el lugar donde eran retenidos los rehenes. "Preferimos esperar un momento en que el escondite estuviera poco vigilado, para evitar que el asalto pusiera en peligro la vida de los secuestrados", indicó.
Los guardaespaldas, secuestrados desde abril, no conocieron el asesinato del otro rehén
El momento propicio, al parecer, llegó ayer, a primera hora de la mañana. Un grupo de soldados estadounidenses, coordinados con los servicios de espionaje italianos, irrumpió en el lugar, del que sólo se especificó que estaba "al sur de Bagdad", y redujo a un pequeño grupo de secuestradores "sin que hubiera disparos ni derramamiento de sangre". "Los rehenes estaban bien de salud", informó Frattini.
Por el momento se desconocía el número exacto de detenidos y si pertenecían a algún grupo político. En sus mensajes a la opinión pública italiana, a través de comunicados enviados a la televisión Al Yazira, se hacían llamar Brigadas Verdes del Profeta. Los italianos secuestrados eran inicialmente cuatro. Uno de ellos, Fabrizio Quattrocchi, fue asesinado de un tiro en la nuca durante las 24 primeras horas de cautiverio. La muerte de Quattrocchi fue filmada y las imágenes llegaron a manos de Al Yazira, que prefirió no emitirlas por su brutalidad.
El Gobierno italiano indicó ayer que Stefio, Cupertino y Agliana nunca supieron del asesinato de su compañero. Creían que había sido trasladado a otro lugar, o puesto en libertad. Eso explicaría su aparente tranquilidad en otros dos vídeos filmados por los secuestradores, en los que se les veía comiendo. Silvio Berlusconi anunció que los tres italianos habían sido trasladados a un hospital militar de Kuwait, donde eran atendidos por médicos y psicólogos, y que regresarían hoy mismo a Roma. Todas las televisiones pensaban emitir en directo la llegada de los liberados, para los que no se preparaba ninguna ceremonia oficial: "Es mejor que estén tranquilos y que dispongan de algunos momentos de intimidad con sus familias", dijo el presidente del Gobierno. Los tres guardaespaldas habían viajado a Irak para trabajar como escoltas para una empresa de seguridad estadounidense; dos de ellos no dijeron a sus esposas y familiares que se desplazaban a Bagdad, sino a Bosnia, para no angustiarles.
[Por otra parte, en una nueva jornada de violencia, al menos 12 personas murieron y 68 resultaron heridas en dos atentados con coche bomba en el norte de Irak, informa la agencia France Presse. Los ataques suicidas tuvieron lugar con una hora de diferencia y sus objetivos eran estadounidenses, una base y un convoy, aunque las víctimas mortales fueron en su mayoría civiles: 10 en Mosul y dos, uno de ellos un soldado, en Baquba. Además, seis soldados europeos de la coalición -dos polacos, tres eslovacos y un letón- murieron cuando trabajaban en una operación de desactivación de explosivos en un polvorín al sur de Bagdad. Por la noche se conoció el secuestro de siete turcos].
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