Tarragona prepara una norma contra los malos comportamientos ciudadanos

Cuando la Unesco declaró al legado romano de Tarragona patrimonio de la humanidad, difícilmente tuvo en cuenta que junto a tan preciadas piedras cualquier vecino limpia el polvo de su alfombra en el balcón, sacude las migas de pan del mantel o tiende la ropa interior, que aún gotea, frente al anfiteatro. El Ayuntamiento de la ciudad prepara una nueva ordenanza para combatir y ayudar a cambiar estos comportamientos.

El municipio ha encargado a un grupo universitario de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Rovira i Virgili (URV) que redacte un proyecto para afrontar estos comportamientos incívicos. El texto está pasando ahora el filtro del equipo de gobierno municipal, que encabeza el alcalde, Joan Miquel Nadal.

El próximo pleno municipal prevé aprobar una norma sobre esta materia para que entre en vigor seguramente a finales del verano, después de pasar por un periodo de dos meses de exposición pública.

La nueva ordenanza se llamará de Convivencia Ciudadana y, entre otros aspectos, prohibirá regar las plantas en terrazas o balcones de modo que el agua llegue a rebosar y caiga a la calle. Igualmente, los tarraconenses sólo podrán circular en bicicleta si ésta lleva incorporado un timbre o algún otro mecanismo de aviso sonoro. Nunca se podrá ir en bicicleta por la playa durante el día excepto en verano. Los perros o cualquier animal de compañía tampoco podrá acceder a la playa entre septiembre y junio y ningún ciudadano podrá hacer ruido -poner la televisión fuerte, cantar o hacer obras o reparaciones en casa- entre las diez de la noche y las ocho de la mañana.

Grúa en la zona azul

En total, son 160 artículos que pretenden regular la vida ciudadana y que ampliarán también las tareas de la Policía Municipal. Así, cuando entre en vigor la nueva ordenanza, los agentes podrán aplicar una sanción administrativa de carácter de falta leve a los indigentes que mendiguen en la ciudad, y la grúa municipal se podrá llevar los vehículos estacionados en una zona azul sin que su propietario haya abonado el importe correspondiente, o cuando duplique el tiempo permitido.

Otras normas curiosas que considera el consistorio son las siguientes prohibiciones: que se exhiba cualquier publicidad que atente contra la dignidad de las personas; que los camiones de las obras circulen dejando caer tierra sobre el asfalto, y que cualquier tarraconense se burle de un conciudadano vulnerando su dignidad. Igualmente, se prevé que cuando alguien salte o corra molestando al resto de los viandantes se estará arriesgando a que la Policía Municipal le imponga una multa. Igualmente, la policía podrá multar a quien escupa en un recinto público.

El capítulo preliminar provisional de esta ordenanza obliga al Ayuntamiento a promover el respeto mutuo y la tolerancia como valores fundamentales y, como filosofía general, establece que los ciudadanos "evitarán toda conducta que ponga en peligro la convivencia o que exprese falta de respeto".