EE UU propone abandonar Irak en 2005 en el nuevo texto presentado a la ONU
El Consejo de Seguridad se encerrará en secreto para debatir la resolución
El segundo borrador de resolución sobre Irak presentado por EE UU y Reino Unido en la ONU introduce cambios respecto a la versión del 24 de mayo, para intentar responder a las dudas de Francia, Rusia y China. A pesar de ello, aún se consideran insuficientes para resolver los aspectos más delicados, la transferencia de poderes al Gobierno interino iraquí el 30 de junio y el mandato de la fuerza multinacional. Para resolver obstáculos, el Consejo de Seguridad se reunirá mañana y pasado en un lugar no revelado. EE UU confía en una "navegación tranquila" del debate en la ONU.
Ése fue el término utilizado por Richard Armitage, número dos del Departamento de Estado y portavoz principal, ayer, del Gobierno de Washington. "Confiamos en ser capaces de acomodar en la resolución las solicitudes y puntos de vista de la mayoría de los 15 miembros del Consejo de Seguridad", dijo Armitage después de haberse entrevistado en Bruselas con Javier Solana, Alto Representante europeo de Política Exterior. Armitage reveló que Colin Powell, secretario de Estado, está manteniendo "intensos debates" con los responsables de Exteriores de Francia y Alemania: "Hemos acomodado en buena medida las opiniones expresadas por estos dos caballeros en nombre de sus Gobiernos y esperamos una navegación relativamente tranquila en la ONU", dijo Armitage, que utiliza cuando puede un lenguaje colorista.
Como muestra de la importancia que tienen los debates de las próximas horas, los embajadores del Consejo se reunirán el viernes y el sábado en un lugar secreto -quizá con la presencia del enviado especial, Lajdar Brahimi- para tratar de allanar dificultades. Otro dato excepcional del momento es la prevista asistencia a la reunión que hoy celebrará el Consejo del nuevo ministro iraquí de Exteriores, Hoshyar Zubari.
El texto revisado deja más claro que la ocupación termina el 30 de junio y que el Gobierno soberano iraquí "asumirá responsabilidad de Gobierno y autoridad"; el antiguo texto no mencionaba la responsabilidad. Matiza las tareas -"si las circunstancias lo permiten"- que la ONU asumirá en Irak y especifica que "el mandato de la fuerza multinacional se revisará a petición del Gobierno de transición [no el que se acaba de formar, que es el provisional, sino el que surgirá de las elecciones de enero de 2005] o 12 meses después de aprobada la resolución" y que "expirará cuando se complete el proceso político", que culminará en diciembre de 2005 con nuevas elecciones, pero expresa además la posibilidad de que acabe antes "si lo pide el Gobierno de transición". Esto significaría la retirada de la fuerza multinacional.
No queda claro en el texto si cualquiera de los Gobiernos iraquíes tendrá derecho de veto sobre ciertas operaciones militares, pero según Armitage sí existirá: "Naturalmente que si es un Gobierno soberano tendría la capacidad de rehusar. Pero éste es el tipo de detalle que se concreta sobre el terreno entre el mando de la fuerza y el Gobierno". En Nueva York, los embajadores de EE UU y Reino Unido ante la ONU se mostraron optimistas tras escuchar los comentarios de sus colegas sobre el texto enmendado. "Creemos que está casi listo para que pueda ser adoptado rápidamente", señaló el británico Emyr Jones Parry. El embajador adjunto estadounidense, James Cunningham, señaló que el nuevo borrador "tiene en cuenta mucho de los comentarios" realizados por los iraquíes y por los miembros del Consejo de Seguridad más críticos.
Varias delegaciones consideran que aún deben limarse asperezas y que debe haber clarificaciones adicionales en los puntos más sensibles. Además, se está pendiente de tres factores antes de dar el aprobado a la resolución: el Consejo quiere escuchar el informe de Brahimi sobre el proceso de consulta y designación del Gobierno interino, así como la opinión del secretario general, Kofi Annan; se quieren conocer las ideas de los miembros del Gobierno interino sobre la cesión de la soberanía, el mandato de la fuerza multinacional y lo que esperan de la ONU, y se quiere pulsar la aceptación del nuevo Ejecutivo entre los iraquíes.
El embajador argelino, Abdalá Balí, considera que el límite temporal que se fija en el nuevo borrador para la retirada de tropas es un paso adelante importante, a pesar de que no se establezca una fecha precisa. Pero indicó que "no queda clara la autoridad que tendrá el Gobierno iraquí ante operaciones militares de gran calibre". La opinión de Balí es un ejemplo de la reacción mayoritaria en el Consejo de Seguridad, que pide "una mejora" en este punto. Washington y Londres aceptan la propuesta franco-alemana para que se establezca un mecanismo de coordinación entre el mando militar y el Gabinete interino iraquí, pero aún deben establecerse los principios que regirán esa relación entre los dos poderes.
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