EE UU cree que el preso Padilla quería volar un edificio
José Padilla, el norteamericano detenido desde hace dos años y sujeto a la calificación de "combatiente extranjero", admitió haberse entrenado en campos de Al Qaeda y preparar un atentado en EE UU, según documentos desclasificados ayer y presentados por el Departamento de Justicia. Su abogada defensora, Donna Newman, aseguró que es una "información parcial" y que Padilla niega ahora lo confesado previamente.
Padilla -un puertorriqueño nacido en Chicago y convertido posteriormente al islam con el nombre de Abdullah al Muhajir- fue detenido en el aeropuerto de Chicago el 8 de mayo de 2002. John Ashcroft, responsable de Justicia, le acusó de formar parte de un compló terrorista que planeaba un atentado con bomba sucia, un explosivo convencional con material nuclear. La Casa Blanca determinó un mes más tarde que era un "combatiente extranjero" como los detenidos en Afganistán y fue enviado a una prisión militar.
James Comey, número dos del Departamento de Justicia, aseguró ayer que, según confesión propia, Mohamed Atef, un lugarteniente de Osama bin Laden, habría encargado a Padilla "una operación para volar un edificio de apartamentos en EE UU mediante una explosión con gas natural". Según Associated Press, el objetivo era Nueva York, pero no se descartaban Washington o Florida.
Para Comey, el relato de los contactos de Padilla con los dirigentes de Al Qaeda, su entrenamiento y sus planes es "notable por su alcance, su claridad y su sinceridad". ¿Por qué Justicia da a conocer ahora el documento? "Para que la gente entienda por qué estamos haciendo lo que hacemos en la guerra contra el terrorismo y la naturaleza de la amenaza a la que nos enfrentamos", dijo Comey, quien añadió que si no hubiera estado sometido a condiciones especiales, Padilla "podría haber permanecido en silencio" y "haber acabado en libertad".
El caso a está pendiente de una decisión del Tribunal Supremo, que a finales de este mes debería dictaminar si debe ser juzgado en los tribunales ordinarios y con las garantías constitucionales.
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