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LA POSGUERRA DE IRAK | Análisis

Bush asegura haber liberado a 50 millones de personas

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, justificó ayer la guerra de Irak como una cuestión de valores, y trató de explicar, con ocasión del Día del Recuerdo a los soldados caídos en guerras, el sacrificio de los estadounidenses muertos en Irak, en momentos en que los ciudadanos norteamericanos cuestionan cada vez más la campaña militar.

Bush, en un discurso en el cementerio nacional de Arlington, en Virginia, volvió a enmarcar la invasión y ocupación de Irak dentro de la guerra contra el terrorismo. "Gracias al valor de nuestros soldados, Estados Unidos es más seguro y dos regímenes terroristas (en Irak y Afganistán) han desaparecido para siempre y 50 millones de almas viven en libertad", afirmó Bush en su alocución.

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El presidente señaló que los soldados en Irak y Afganistán han demostrado "su dignidad y su valiente espíritu", y defendió los valores morales del Ejército, después de que la imagen de los militares haya resultado muy dañada por el reciente escándalo de malos tratos y torturas a prisioneros.

En un tono solemne, Bush leyó varios fragmentos de cartas -llenas de patriotismo, religiosidad y amor hacia sus parientes- enviadas a sus familias por algunos de los soldados que luego murieron en Irak. "Ésta es la calidad de nuestra gente en uniforme", afirmó Bush, entre las ovaciones de los asistentes. "Defendieron nuestro país, liberaron a los oprimidos y sirvieron la causa de la paz", recalcó. Su discurso buscó recuperar la confianza de la población en la cada vez más criticada política de la Casa Blanca en Irak.

El número de soldados muertos, en combate o en accidentes, desde el inicio de la guerra el año pasado ya supera la barrera de los 800, mientras crecen las dudas de los estadounidenses acerca de la situación en el país árabe.

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Mientras tanto, el rival de Bush en las elecciones presidenciales del 2 de noviembre, el senador John Kerry, visitó el monumento a los muertos en la guerra de Vietnam, en la que combatió y recibió varias condecoraciones. Kerry recorrió la pared de granito negro, que contiene los nombres de más de 58.000 soldados estadounidenses muertos en ese conflicto, junto con la familia de un militar que murió en 1976 a consecuencia de las heridas recibidas en Vietnam en 1968, y cuyo nombre fue añadido oficialmente ayer.

El candidato presidencial demócrata se desplazó después a la ciudad de Portsmouth (Virginia) para un mitin electoral junto a otros altos cargos demócratas de ese estado.

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