Sanidad autoriza el uso compasivo de la heroína para drogadictos

El uso terapéutico de la heroína empieza a ser una realidad más allá de los ensayos clínicos. El Ministerio de Sanidad ha autorizado su uso compasivo para los siete primeros adictos del ensayo andaluz de prescripción de heroína y metadona, que seguirán legalmente con el tratamiento aunque ya hayan pasado los nueve meses de duración del ensayo. Es el primer reconocimiento oficial de que la heroína mejora la integración del adicto más que la metadona.

El ministerio, tras evaluar los datos, permite también que los adictos que han recibido metadona pasen a recibir heroína.

El comisionado andaluz para las Drogodependencia, Andrés Estrada, afirma que la petición del uso compasivo se ha hecho de forma "individual y según el criterio médico". El ensayo andaluz de dispensación de heroína fue aprobado en abril de 2002. Comenzó en Granada el 27 de agosto de 2003. La duración era de nueve meses, que se cumplieron el jueves pasado.

La meta no es curar la adicción, sino demostrar que puede mejorar la integración de los adictos más irreductibles, que han fallado más de dos veces en deshabituación con metadona. La mitad de los heroinómanos recibe dos dosis de heroína y una de metadona al día y la otra mitad, sólo metadona. El ensayo lo comenzaron 62 pacientes, y una decena ha abandonado. Los adictos se incorporaron poco a poco: por eso las peticiones de uso compasivo serán escalonadas.

Hace dos semanas, los investigadores de la Escuela Andaluza de Salud Pública comenzaron a remitir una a una las peticiones de uso compasivo a la Agencia Española del Medicamento, dependiente de Sanidad, para los siete primeros adictos. Todas han sido aceptadas.

El uso compasivo es el que se da a un fármaco pese a no estar autorizado. Una de sus aplicaciones es para continuar el tratamiento de un ensayo antes de saber si Sanidad aprueba el fármaco definitivamente. El nombre procede de que a veces se trata de enfermedades sin otra cura que el medicamento que se ensaya. Por compasión se le da el fármaco al enfermo, aunque no esté demostrada totalmente su eficacia. Los médicos lo han de solicitar de forma individual y con el consentimiento del paciente. En este caso, la heroína es el fármaco en experimentación aunque sea también una droga conocida y usada ilegalmente desde hace más de un siglo.

El investigador principal, Joan Carles March, reconoce que parte del equipo temió dificultades para conseguir el uso compasivo: "El miedo no venía porque no tuviésemos buenos resultados, sino por el recelo que puede suscitar la heroína". Según la primera evaluación, de marzo pasado, los tratados con heroína han mejorado su salud cuatro veces más que los tratados con heroína y la delincuencia se ha reducido en ese grupo más del doble. Suiza, Holanda y Alemania tienen experiencias similares a la andaluza. De los siete pacientes que ya pueden continuar el tratamiento, cinco estaban en el grupo de heroína y dos en el de metadona. El ministerio ha permitido que los dos de metadona pasen a consumir heroína porque los médicos han considerado que será mejor para ellos.

Estrada asegura que, si nada se tuerce, en menos de seis meses entregarán los resultados provisionales a la Agencia del Medicamento, para que autorice un programa de dispensación de heroína, al menos en Andalucía.