Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU exigen más claridad en el proyecto de resolución

La reacción en Naciones Unidas a las ideas sobre el futuro de Irak del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, tiene un denominador común: se deben trabajar en el Consejo de Seguridad para incorporarlas a la resolución que pondrá fin a la ocupación el próximo 30 de junio. El mensaje fue recibido positivamente por la mayoría de las delegaciones, porque integra parte de las cuestiones planteadas por su secretario general, Kofi Annan, y el enviado a Irak, Lajdar Brahimi. La lucha es más bien contrarreloj.

El embajador chileno, Heraldo Muñoz, dijo ayer que la intervención de Bush es "un estímulo para seguir trabajando en la resolución" y representa "un buen punto de partida". Pero como indicaron diversas fuentes diplomáticas, "sus ideas fueron mucho más claras y precisas que el borrador" que pusieron sobre la mesa el lunes. Fred Eckhard, el portavoz del secretario general, Kofi Annan, dijo que se debe "profundizar en muchas cuestiones" para así ajustar el lenguaje de la resolución a lo que han dicho Bush y Blair.

Evitar ambigüedades

"Muchas cosas deben ser discutidas en el Consejo de Seguridad", añadió el portavoz. España, por su parte, insiste en que se debe profundizar más en el artículo 6 del borrador -sobre el mandato de la fuerza multinacional- para "evitar ambigüedades" jurídicas y advierte que hay "elementos nuevos que exigen un mayor estudio". Todas las delegaciones coinciden en todo caso en que "los obstáculos no son insalvables".

Por su parte, Rusia quiere esperar al retorno de Irak del enviado especial de la ONU, Lajdar Brahimi y a la formación de un Gobierno provisional en aquel país antes de dar su apoyo al proyecto de resolución del Consejo de Seguridad, informa Pilar Bonet. Irak necesita un Gobierno de "amplio espectro de fuerzas políticas", que goce de la confianza de los iraquíes, así como de una "verdadera transferencia de soberanía" y un "control nacional sobre los recursos naturales y las estructuras militares", señala el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado divulgado ayer.

Lo que no está claro es el calendario y Brahimi tampoco lo está teniendo fácil para revelar los nombres que compondrán el futuro Gobierno de transición. "Nadie puede predecir con exactitud cuándo habrá completado el proceso para la formación del Ejecutivo", advirtió Eckhard. "Mientras más se acerca a su objetivo, más se complica su trabajo", añadió. La dificultad está en encontrar una composición que sea aceptada por el pueblo iraquí.

La ONU desea que Brahimi termine las consultas para final de mes o la primera semana de junio como muy tarde. EE UU quiere que la resolución sobre Irak esté aprobada por el Consejo de Seguridad antes del viaje del presidente Bush a Europa, el próximo 6 de junio, con motivo del sesenta aniversario del Desembarco de Normandía. "Brahimi tiene un importante trabajo por delante y no me extrañaría que le llevara más tiempo", dijo el embajador chileno.