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Bruselas pide a París que busque alianzas industriales para Alstom

La Comisión amenaza con no aprobar el plan de salvamento

La Comisión Europea plantó ayer cara al Gobierno francés al exigirle compromisos claros, en un plazo de tiempo concreto, sobre las futuras alianzas del grupo industrial Alstom. O París atiende esos requerimientos o Bruselas se negará a aprobar el plan de salvamento de uno de los florones del entramado industrial galo. Bruselas no ve con buenos ojos una participación estatal directa para poner fin a la crisis.

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La firme postura pública adoptada por el comisario de Competencia, Mario Monti, responde a las ambigüedades favorecidas por el ministro de Economía y Hacienda francés, Nicolás Sarkozy. El lunes de la pasada semana, al cabo de tres reuniones en 15 días, Monti y Sarkozy concluyeron un principio de acuerdo sobre el futuro de Alstom que debía haberse plasmado en detalles concretos a lo largo de la semana. El Estado francés ha propuesto un plan de salvación para Alstom de 3.200 millones de euros sobre el que Bruselas se tiene que pronunciar antes del 21 de junio.

Durante el pasado fin de semana, comisario y ministro estuvieron de nuevo al teléfono para tratar en profundidad de las cuestiones pendientes. "Monti reiteró la necesidad de compromisos claros en materia de socios industriales a alcanzar, por un plazo de tiempo determinado, con respecto a una parte significativa de las actividades de Alstom", señaló ayer un comunicado de Bruselas.

Un portavoz de Monti recordó que los compromisos en materia de asociación industrial son esenciales y condición necesaria para asegurar la viabilidad del grupo francés y remediar las distorsiones de competencia que crean las ayudas de Estado.

La firmeza mostrada por la Comisión responde a los aparentes deseos de París de ofrecer una salida ambigua para Alstom, gigante que Sarkozy desea mantener intacto aunque aliado posiblemente con Areva, constructor de centrales nucleares de propiedad estatal, durante un periodo flexible de tiempo que podría llegar hasta los cinco años, suficiente para recuperarse y volver a gozar de plena autonomía.El Estado francés, además, incrementará su participación en Alstom desde el actual 20% al 31,5%. Los escenarios posibles son tres: apoyo del grupo público Areva, una ampliación de capital o una doble asociación con Areva y Siemens.

Bruselas prefiere una solución no estatista, en un plazo de tiempo concreto y con intervención de uno o más socios de capital privado de terceros países. La germana Siemens, la japonesa Mitsubishi, la estadounidense General Electric y la canadiense Bombardier han sonado como posibles interesadas en hacerse con algunas de las actividades de Alstom en astilleros, trenes de alta velocidad y turbinas para centrales.

Siemens, atraída por el negocio en el sector de la energía de Alstom, parece, en principio, el principal beneficiario de la presión ejercida por Bruselas. "Los socios deben ser elegidos por la empresa, no por funcionarios de la Comisión", indicó el portavoz de Monti, en respuesta a estas especulaciones.

El grupo francés presenta mañana los resultados obtenidos en el pasado ejercicio. La Comisión dice que está cerca de un acuerdo y Sarkozy ha dado por hecho que lo habrá porque no hay alternativa. Bruselas espera haber dado el visto bueno al plan de Alstom para finales de junio.

Mario Monti.
Mario Monti.

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