Los sevillanos decidirán en junio en qué se gasta el dinero de los primeros presupuestos participativos

Los sevillanos ya pueden hacer sus sus propuestas para decidir en qué se gastan en sus barrios las partidas presupuestarias del Ayuntamiento. Según explicó ayer la delegada de Participación Ciudadana, Paula Garvín (IU), entre el 21 y el 29 de junio se celebrarán en los centros cívicos de la ciudad las 15 asambleas decisorias para elegir las actuaciones prioritarias en cada distrito. "Es la fase más importante, la de decidir", advirtió la edil.

El gobierno municipal está ya diseñando las líneas básicas de los presupuestos municipales de 2005. De ellos, alrededor de 43 millones entrarán en el proceso de los presupuestos participativos, en el que los vecinos eligen a qué se destina el dinero de sus barrios. El próximo año los vecinos tendrán la posibilidad de decidir sobre las partidas destinadas a los distritos, las de las delegaciones de Participación Ciudadana y Deportes y el 15% del capítulo de inversiones de la Delegación de Urbanismo.

Cada distrito ha elegido ya a sus "grupos motores", que controlarán el proceso y que ahora asesoran a los vecinos interesados en formular propuestas. "Una de las misiones de los grupos motores es enseñar a los vecinos a defender lo que quieren para que así no se lleve el gato al agua el que mejor hable". Asimismo, pretenden evitar que los presidentes de los distritos o los representantes de los partidos políticos, que estarán presentes "como un vecino más" en las asambleas decisorias, se sientan beneficiados por "tener más información".

Para desarrollar los presupuestos participativos el Ayuntamiento contará con el apoyo de las dos universidades públicas de la ciudad, la Hispalense y la Pablo de Olavide, que compartieron la pasada semana unas jornadas sobre este proyecto del Ayuntamiento sevillano. Los profesores Francisco Sierra y Joaquín Herrera explicaron ayer que las universidades van a crear su propio calendario de reuniones para debatir con los grupos motores de cada distrito para intentar asesorarles. Asimismo, algunos alumnos centrarán sus prácticas de investigación en este proyecto y estudiarán desde el perfil de los participantes en las asambleas a cómo defienden los vecinos sus ideas.

"A partir de ahí se podrán introducir mecanismos correctores para mejorar el proceso", explicó Garvín, quién tras varias asambleas ya ha detectado dos necesidades: aumentar la participación de los vecinos en las asambleas de su barrios y "Enseñar a comunicar de forma sencilla a las personas sencillas".