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Reportaje:OLIMPISMO | La carrera hacia los Juegos de 2012

Madrid convence a los expertos y ya mira a los políticos

Los miembros de la variopinta asamblea del COI serán el único jurado del examen final de Singapur

Madrid ha saltado el obstáculo que le faltaba en la recta final de los Juegos Olímpicos de 2012 muy cerca de París y destacada de Londres, Nueva York y Moscú. Una comisión de expertos ha valorado objetivamente a la candidata española, incluso mejor que a la francesa, en la mayoría de los 11 puntos pedidos por el Comité Olímpico Internacional. La carrera sigue ahora con su perfil más político.

Entre febrero y marzo de 2005, una segunda comisión de evaluación, aún sin elegir, visitará las ciudades para dar el visto bueno a los nuevos informes mejorados y enviados al COI antes del próximo 15 de noviembre. La comisión ejecutiva del COI, salvo catástrofe, dará entre mayo y junio de 2005 vía libre a las ciudades para la elección final el 6 de julio en Singapur. Sólo el mayor peso específico de las puntuaciones que quiere el COI en ciertos apartados, como el hotelero, ha supuesto a Madrid quedar unas décimas por detrás de París. Pero no es clave, porque existen plazas suficientes, y habrá más.

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Lo importante es un magnífico proyecto global, basado en la joya de la Zona Este, donde a sólo unos minutos del aeropuerto se concentrarían 16 deportes, las Villas Olímpicas y los Centros de Prensa. Madrid es ya como ese vallista de 400 o de 3.000 metros que viene desde atrás y aunque salta el último obstáculo un poco por detrás del que va en cabeza, toca el suelo mejor, lanzado, y se percibe que puede ganar. Cuenta con solidez sobrada y aunque los nombres de los rivales siempre sonarán más internacionalmente, acontecimientos como la boda real del sábado han coincidido felizmente para acortar distancias de imagen. Algo muy oportuno de cara al último y particular examen ante la 117ª Sesión del COI, en Singapur. Una votación históricamente muy especial en la que la subjetividad de la variopinta asamblea del COI, sus simpatías, suele evidenciarse. Ya no serán sólo expertos los que decidan, sino todos los miembros, entre la política y el deporte. Los que estén y los que puedan votar, sin visitar oficialmente las ciudades, según las nuevas normas de 1999 tras el escándalo de corrupción por la candidatura de los Juegos de Invierno de Salt Lake City 2002.

"Convencer a los miembros es lo único importante. Para lograr unos Juegos está muy bien el apoyo del Gobierno, del país, de los políticos y de los medios de comunicación. Incluso tener las federaciones internacionales y los comités olímpicos nacionales a favor. Pero todo esto no sirve para nada. Los únicos que tienen los votos son los miembros". Estas reflexiones son de Juan Antonio Samaranch, presidente del COI durante 21 años, ahora honorario, y el más acostumbrado a ganar batallas.

La elección de Singapur, tras la presentación de las ciudades, se efectuará por rondas, como siempre. En cada una de ellas será eliminada la candidata menos votada. Cuando alguna logre la mayoría absoluta, o la simple, si llegan dos a la cuarta y definitiva votación, será la ganadora. No votarán los miembros de países con ciudades finalistas, aunque sí lo harán cuando sean eliminadas: cuatro británicos y tres de cada una de las restantes. Con otras bajas que se produzcan supondrá que las votaciones oscilarán entre los 100-105 miembros -actualmente son 124- y unas mayorías absolutas de 51-53.

Madrid, si no comete errores y no le perjudican circunstancias ajenas, tiene un gran camino andado con un gran proyecto, bien valorado. Con ello tendrán una base sólida, no sólo de favor, los votos por simpatía o ganados sutilmente, pero de forma profesional, a un grupo de miembros cuya calidad también ha mejorado en los últimos años. El haber quedado eliminada Río de Janeiro da a Madrid la tranquilidad de contar con todo el voto hispanoamericano, más de la mitad del colchón mínimo de 25 sufragios que podría mantenerla en la lucha hasta el final. Amistades y afinidades europeas, sobre todo, completarían esa cifra y la calidad del proyecto recuperaría también los votos de las eliminadas.

Sondeos olímpicos, avalados por los expertos, ya indican que las descolgadas Moscú y Nueva York serán las primeras en caer. El gran peligro para Madrid estaría en una tercera votación con París y Londres, por la dispersión del voto anglosajón, siempre fiel a la metrópoli, aunque lastrada por la financiación. Porque en un mano a mano con París, avalada por la francofonía, pero con muchas más antipatías, la capital española puede imponer su joya a la torre Eiffel.

Cambios por edad

No todos los miembros actuales, 124, llegarán a la votación de 2005 al aplicarse las nuevas normas de 1999. Algunos incluso están suspendidos, como el surcoreano Un Yong Kim, sobre el que pende una condena de cárcel, y el indonesio Mohamad Hasan, ya condenado. Acaba de dimitir el mexicano Rubén Acosta, presidente de la Federación Internacional de Voleibol, al no serle aceptada por la comisión de ética la justificación de sus manejos económicos.

En 2005 no afectará aún a ninguno de los nuevos miembros la regla de que su puesto es sólo por ocho años, aunque con posibilidad de reelección. Es el caso del hijo de Juan Antonio Samaranch. Pero sí cambiarán los atletas, pues los cuatro últimos de los ocho elegidos en los Juegos de Sidney deberán renovarse en Atenas. Entre ellos, el legendario waterpolista Manel Estiarte, que tendrá difícil la reelección entre casi 30 aspirantes.

Tampoco estarán los presidentes de federaciones internacionales que ya no lo sean en Singapur, porque tienen sus plazas en el COI sólo en función de su cargo. Y no llegarán con seguridad otros miembros que también han entrado después de 1999, pero con fecha de caducidad, pues tendrán en 2005 más de 70 años, el nuevo límite de jubilación. Son los casos del belga François Narmon y del canadiense Paul Henderson. O más de 80, si entraron después de 1966, como el malaisio Abu Samah. Por eso se salvan João Havelange, el brasileño ex presidente de la FIFA, ya con 88 años, y el suizo Marc Hodler, ex mandatario del esquí, cercano a los 86, los más veteranos del COI desde 1963. Juan Antonio Samaranch entró en 1966, pero ya no vota, como no lo hizo nunca de presidente. Simplemente, está.

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