Los municipios controlarán a quienes estén en riesgo si hay una ola de calor

El verano pasado, la ola de calor elevó la mortalidad entre 6.000 y 6.500 personas, según cálculos de la Sociedad Española de Epidemiología y el Instituto de la Salud Carlos III. Para este año, el Gobierno no quiere que una repetición del fenómeno produzca "ni un ingreso hospitalario". Con este ambicioso objetivo, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, y el titular de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, presentaron ayer un plan de prevención para los efectos de la canícula en la salud.

La base de todo el proyecto será "la identificación de las personas más vulnerables", explicó Caldera. Esta población diana está compuesta por "personas mayores, niños y enfermos con patologías crónicas, más las personas socialmente más desfavorecidas que vivan en condiciones peores", definió Salgado.

La primera herramienta para este plan de prevención es el censo de las 150.000 personas que ya cuentan con un servicio de teleasistencia, indicó Caldera. A ellos se añadirán todos los que los servicios sociales municipales identifiquen.

Para estas personas se gestionará ayuda domiciliaria y se ampliará el servicio de teleasistencia si hiciera falta. Además, el Gobierno pondrá un número telefónico a disposición de las personas que lo necesiten (el 902 22 22 92). Esta línea estará atendida las 24 horas del día -Caldera no precisó por cuántos operadores-, y también servirá para llamar a las personas que vivan solas para hacerles un seguimiento.

Estas tareas serán gestionadas por los servicios municipales (la Federación Española de Municipios y Provincias, FEMP, es una de las organizaciones que han participado en la elaboración del plan), pero el Gobierno contará con la red de voluntarios de "las dos mayores instituciones de iniciativa social" (Cruz Roja y Cáritas), dijo Caldera.

El plan, que será anual, se activará cada 1 de junio y estará en marcha hasta el 1 de octubre, explicó Salgado. La intención del Gobierno es que se ponga en marcha cada año. El presupuesto total de la iniciativa es de 2,47 millones de euros.

La labor asistencial será un complemento de la preventiva, "que es la más importante", según la ministra. "Se trata de dar mediante folletos y anuncios mensajes sencillos que permitan conservar la calidad de vida", dijo la titular de Sanidad. Entre ellos están "beber mucha agua, bajar las persianas, no exponerse al sol y, sobre todo, alimentarse de modo correcto", resumió.

En el comité interministerial figurarán también representantes del Instituto Nacional de Meteorología, del Ministerio de Medio Ambiente. Ellos pueden avisar con tres o cuatro días cuando se acerca un periodo de temperaturas excepcionalmente altas, explicó la ministra. En este caso se podrán intensificar los mensajes, aprovechando los espacios dedicados al tiempo en televisión y radio, dijo Salgado.