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La historia, el jazz y el encanto de los años 20 se dan cita en tres novelas de la joven narrativa española

Seix Barral suma a su Biblioteca Breve a Pérez Azaústre, Cano y Rosa, menores de 30 años

Tres novelas muy diferentes, aunque hermanadas por la juventud de sus autores, que no llegan a los 30 años de edad, acaban de incorporarse a la Biblioteca Breve de Seix Barral. América, de Joaquín Pérez Azaústre (Córdoba, 1976); El vano ayer, de Isaac Rosa (Sevilla, 1974), y Jazz y Alaska en la misma frase, de Harkaitz Cano (Lasarte, Guipúzcoa, 1975) se presentaron ayer en una rueda de prensa conjunta en Madrid.

"Son tres historias totalmente distintas, pero con idéntico nivel de excelencia", señaló Adolfo García Ortega, director editorial de Seix Barral, para quien la publicación de estos autores, "jóvenes pero no noveles", continúa la tradición de "apostar por lo inequívocamente singular" y contribuye a "consolidar una nueva generación de escritores". Es justamente esa diversidad temática y estilística lo que García Ortega distingue como "pozos de unión generacional".

América obtuvo una mención especial del Premio Biblioteca Breve 2004. La novela se embarca en "la seducción" de Nueva York y París en los años veinte y sigue la huella de Francis Scott Fitzgerald, su esposa, Zelda, y Ernest Hemingway, "seres para los cuales literatura y vida se han fundido". Robert Felton, autor apócrifo de la generación perdida americana y narrador de la novela, consigue ir a una de las míticas fiestas organizadas por el matrimonio Fitzgerald, al que seguirá a París. "Felton se convierte en notario de las vidas de quienes con 20 años eran ricos, famosos, hermosos y malditos", sintetizó Pérez Azaústre. "Sabemos cómo terminaron Fitzgerald y Hemingway, no cómo terminó Felton", bromeó, "pero en todo caso nos ayuda a constatar que hay derrotas maravillosas".

Si en América abundan el sol y el alcohol ("puede leerse a pie de barra"), en El vano ayer, que toma su nombre de un verso de Antonio Machado, lo que urge es cuestionar cierta memoria "nostálgica, casi sentimental del franquismo", que "anula por igual responsabilidad y sufrimiento".

Contra la memoria fácil

La acción de El vano ayer se sitúa en la agitación universitaria de los años sesenta: un viejo profesor envuelto en un confuso incidente es expatriado. Testimonios de víctimas y victimarios del régimen colocarán el relato en un lugar incómodo: aquél en el que la memoria no es respuesta sino "la única pregunta válida". "Quise plantear una novela sobre el franquismo, desde el presente, en el cual esa época ha dejado luces y sombras", resumió Isaac Rosa. "Un relato que impugnara el discurso de una memoria fácil, funcional en la transición, que simplificaba tanto el franquismo como el antifranquismo".

La música reina en Jazz y Alaska en la misma frase, primera novela de Harkaitz Cano, publicada originalmente en euskera en 1996. "Miro el libro desde esa distancia de ocho años y, si bien hoy mis relatos son más realistas, aún hay páginas en las que me reconozco", señaló el autor, responsable de la versión en castellano, que incluye capítulos nuevos. El protagonista es un trompetista americano de origen vasco que ingresa en Alaska, un manicomio de Rotterdam. Le acompañan un caballo imaginario y su amor por Clara Miao. En ese contexto, una traición gestará un crimen. Definido como una novela policiaca ("yo coincido más con un amigo que la llamó una 'novela negra lírico-psiquiátrica"), el libro se nutre de dos "obsesiones": "Cierta atracción por los psiquiátricos y mi frustración por no haber podido ser trompetista", dijo.

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