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Reportaje:

Asamblea en el Elíseo

Europa e Irak, en el menú de una reunión estudiantil con Blair y Chirac

Tony Blair se quitó la chaqueta rápidamente; no así Jacques Chirac, que permaneció embutido en la suya durante casi hora y media de asamblea con 400 estudiantes. Sentados en semicírculo en el salón de fiestas del palacio del Elíseo, los jóvenes, cuidadosamente seleccionados -con corbata casi todos los varones-, participaron en un acto simbólico de acercamiento entre los jefes políticos de ambos países, enfrentados el año pasado sobre Irak. La imagen más relajada de Blair, en mangas de camisa, contrastaba con la solemnidad del veterano anfitrión francés. Por si alguien no había notado la diferencia de edad (Blair, 51; Chirac, 71), el maligno británico se encargó de recordar a qué se dedicaba él hace treinta años, cuando Chirac iba en coche oficial: "Yo era barman en París y Jacques [Chirac] ya era primer ministro en aquella época".

Blair promete que los culpables de malos tratos serán conducidos ante los tribunales

Las pullas se limitaron a eso. Se trataba de celebrar el centenario de la entente cordiale entre Francia y Reino Unido, precisamente el día en que Francia conmemora el acuerdo franco-alemán de 1950 sobre el carbón y el acero, es decir, la primera piedra de la actual Unión Europea. La ocasión se prestaba para preguntarles cómo van a negociar los puntos difíciles del proyecto constitucional. Chirac contestó: "No vamos a empezar a hacerlo aquí, delante de ustedes...", e hizo como si se corrigiera sobre la marcha: "... aunque quizá fuera la mejor manera". Y Blair se retorcía de risa, como si la cosa le hiciera verdadera gracia.

El británico dejó claro que su país debe convertirse en uno de los "actores centrales de Europa"; pero el presidente francés alanceó indirectamente a la coalición invasora de Irak y las torturas cometidas en el país ocupado, diciendo que "la humillación" engendra "reflejos violentos". Chirac insistió en la urgencia de transferir los poderes a una auténtica autoridad iraquí que sea reconocida por el pueblo de Irak, con Tony Blair -uno de los responsables de la ocupación- sentado a su lado.

Debilitado por las acusaciones de torturas practicadas por sus tropas, el primer ministro británico puso más énfasis que nunca en la ONU: "Lo principal es conseguir un compromiso en Naciones Unidas para una limpia y completa transferencia de soberanía al pueblo iraquí después del 30 de junio". Más tarde, en una entrevista televisada, aseguró que los culpables de malos tratos en Irak "serán conducidos ante los tribunales".

La asamblea estudiantil se repitió por la tarde en el palacio de Matignon, la residencia del primer ministro de Francia. Su inquilino, Jean-Pierre Raffarin, recibió al invitado en inglés: "I do welcome you, dear Tony, in our 10 Downing Street" ("Querido Tony, bienvenido a nuestro 10 de Downing Street"). En este nuevo encuentro, Blair sacó a relucir sus conocimientos juveniles de francés para explicar cuánto le apetecía estar en París.

Los actos celebrados ante el decorado estudiantil resultaron ingenuos en comparación con el fragor de las realidades de la política. También ayer, y a pocos kilómetros de distancia de los palacios oficiales, el ministro de Economía, Nicolas Sarkozy, pidió enérgicamente la convocatoria de un referéndum para que el pueblo sea consultado directamente sobre la Constitución europea, como ha hecho Blair. La petición era un desafío a Chirac, que ha dicho que es prematuro hablar de esto. En otro lugar de la capital francesa, el Partido Socialista lanzó una enérgica requisitoria a favor de la Europa social, y su líder, François Hollande, que también se entrevistó con Blair, reconoció que los socialistas franceses "no están de acuerdo en todo" con el jefe laborista. Y es que Europa depende de quién la construya.

Tony Blair y Jacques Chirac, durante su encuentro con estudiantes en el palacio del Elíseo.
Tony Blair y Jacques Chirac, durante su encuentro con estudiantes en el palacio del Elíseo.ASSOCIATED PRESS

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