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Polémica en Italia por un montaje de Cattelan con figuras de niños ahorcados

Franco di Benedetto, de 44 años, sufrió la madrugada de ayer varias fracturas al caer de una encina en la plaza XXIV de Mayo, en una zona céntrica de Milán. Su propósito era cortar la soga de tres maniquíes de niños que el artista Maurizio Cattelan había colgado el pasado miércoles, avalado por la Fundación Nicola Trussardi y con autorización del Ayuntamiento de Milán, de centroderecha. La casa de Di Benedetto se encuentra en la misma plaza y el hombre había manifestado en varias ocasiones su intención de acabar con el montaje de los muñecos ahorcados. Tras dos días de intensa polémica pública y política sobre las esculturas, Di Benedetto se encaramó a la encina, la más antigua de Milán, y empezó a cortar las cuerdas de los maniquíes, pero antes de llegar al tercero cayó y tuvo que ser hospitalizado con varias fracturas óseas. El tercer maniquí fue descolgado por los bomberos, entre una multitud congregada en la plaza.

El montaje escultórico era obra de Maurizio Cattelan, uno de los más importantes artistas contemporáneos. El próximo octubre expondrá en el Louvre de París durante la primera muestra de arte contemporáneo organizada por el museo.

Cattelan ha expuesto en los museos más importantes del mundo, como el de Arte Moderno y el Guggenheim de Nueva York o la Real Academia de Londres, y sus obras forman parte de las colecciones más famosas, tanto públicas como privadas. El arte de Cattelan es irreverente respecto al poder. Sus obras componen un teatro del absurdo en el que figuran Hitler rezando de rodillas o el papa Juan Pablo II inmovilizado por un meteorito. Por esa última obra, Cattelan cobró 840.000 euros.

El artista declaró que sentía mucho lo ocurrido y que él disponía de todos los permisos necesarios para realizar el montaje de los maniquíes infantiles ahorcados. Añadió que si su trabajo había hecho hablar a la gente, había cumplido con su función: "El arte hace discutir las conciencias". También subrayó que no entendía la polémica provocada por su obra, cuando circulaban libremente imágenes mucho más chocantes que los tres maniquíes colgados.

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