_
_
_
_
_

Greenpeace finaliza la protesta contra el barco de soja y trigo abordado en Málaga

Los ecologistas se entrevistarán con la naviera el próximo martes

Greenpeace puso fin ayer a su protesta contra el buque 'Winner', interceptado el miércoles a su entrada en el puerto de Málaga para denunciar que "transportaba mercancías trasgénicas". La organización ecologista consideró un paso "muy positivo" la reunión que mantendrá el próximo martes con la compañía Nidera, propietaria del buque de bandera grecochipriota, que transportaba 9.000 toneladas de soja y 11.000 de trigo.

El responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace en España, Juan Felipe Carrasco, consideró "muy positiva" la decisión de la empresa, ya que hasta entonces "no se había preocupado por el comercio de transgénicos", al tiempo que apuntó que el éxito de la campaña será conseguir "el fin del comercio de estos productos".

Carrasco explicó que, en un principio, la compañía rechazó las negociaciones propuestas por los ecologistas y le ordenó que abandonasen las instalaciones del buque con "amenazas relativas al pago de posibles indemnizaciones". El responsable de mercados de la campaña internacional de transgénicos de Greenpeace, Lindsay Keenan, que se reunirá en Rotterdam (Holanda) con el director ejecutivo de Nidera, apuntó que la "esperanza" del grupo ecologista es que la empresa acuda preparada "para negociar el fin del comercio con los transgénicos".

Carrasco explicó que el buque Winner iba a introducir en España un total de 9.000 toneladas de soja transgénica y 11.000 de trigo transgénico. "Decidimos alertar a la opinión pública e intentar entablar conversaciones con la compañía para que no entrase esta mercancía o para que la empresa dejase de comercializar estos productos", indicó. El representante ecologista denunció que España es el único país europeo que cultiva productos transgénicos a escala comercial, además de destacar las importaciones cuatro millones de toneladas al año.

La reunión con la empresa se ha convocado después de que el miércoles un grupo de activistas interceptara el buque con el objetivo de impedir la descarga de soja. Los activistas subieron a bordo del citado buque para investigar el tipo y la procedencia exacta de la carga, tomar muestras de la misma para hacer análisis independientes y solicitar al capitán que les mostrara la documentación de la mercancía, petición que fue denegada y que provocó que una de las ecologistas se encaramara al ancla del barco, donde permaneció hasta las 22.00 de la noche. A pesar de esta actuación, en la que escaladores de Greenpeace subieron a las grúas del buque y colocaron pancartas en las que se puede leer España no quiere transgénicos, la mercancía fue descargada ayer en Málaga.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_