El mensaje ultranacionalista de Radio María
Radio Maryja (Radio María), la emisora que dirige el sacerdote redentorista Tadeusz Rydzyk desde su sede central en la ciudad de Torun, 100 kilómetros al noroeste de Varsovia, cubre todo el territorio polaco y desde hace 13 años envenena con un mensaje antisemita, chovinista y antieuropeo a unos cinco de los casi 38 millones que habitan en Polonia. La emisora ha provocado más de un dolor de cabeza a la jerarquía católica por sus excesos verbales. El intento de programar un competidor, que intentó el primado de la Iglesia polaca cardenal Jozef Glemp con la emisora Radio José, puede considerarse fallido ante la fuerza del mensaje ultranacionalista de Radio María.
Jan Turnau, el analista de temas religiosos del periódico Gazeta Wyborcza, concede gran importancia a Radio María, porque "representa a todos los perdedores del capitalismo que son muchos, los viejos y la gente de escasa formación, sobre todo de los pueblos y pequeñas ciudades". En una palabra: la Polonia profunda escucha cada día esa mezcla de rezos del rosario, cánticos, letanías, oraciones marianas en culto a la Madre de Dios, reina de Polonia. Todo ello unido a recetas de cocina y consejos para jóvenes y parejas, más la posibilidad catártica de entrar en el programa y dar rienda suelta a toda clase de frustraciones en forma de exabruptos antisemitas, ultranacionalistas y antieuropeos.
En una noche cualquiera del pasado mes de marzo en Radio María se podían escuchar mensajes como: "Los polacos se quejan, pero fueron ellos los que eligieron a [el presidente Alekxander] Kwasniewski. En cuanto a [el director de Gazeta Wyborcza Adam] Michnik y Radio Maryja, pienso que él tiene una obsesión en todo lo relacionado con esta emisora. Este hombre tiene un gran poder y basta con una señal suya para que muchas fuerzas le sigan en todo el mundo. Los políticos le tienen miedo y lo escuchan. La prensa, también, y sólo Radio Maryja, como la única fuerza de opinión libre, no obedece a su dictado. Y se dice que Michnik es un demócrata. Pero debemos recordar que su padre era un comunista del cual pudo aprender muchas cosas".
Otros mensajes son aún más combativos: "Debemos organizarnos. Somos dos millones los que nos autodenominamos como familia de Radio Maryja. En las próximas elecciones nos opondremos a todos aquellos que atentan ideológicamente contra la radio. Espero que toda Europa se movilice para que en cuatro años podamos deshacernos de unos tipos como [el primer ministro británico Tony] Blair o los socialdemócratas alemanes. En breve, Europa entenderá que ellos representan al nuevo totalitarismo que hay que combatir".
El enemigo está definido con claridad, la UE: "La única autoridad que quedó por destruir en Polonia es la Iglesia. Éste es el objetivo de la Unión Europea. Por una parte, se cita al Papa, pero por otra se limita la potencia de emisión de Radio Maryja. Son viejos métodos comunistas. Nosotros los polacos, como católicos, debemos defender nuestros valores.No podemos admitir que se venda nuestra patria, que se venda a los extranjeros el patrimonio polaco".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.