Más de 400 médicos y enfermeras aseguran que la incineradora del Txingudi supone riesgos para la salud

Más de 400 médicos y enfermeras de Guipúzcoa han firmado un manifiesto contra el proyecto de construir una incineradora para el Txingudi, en la zona de Jaizubia (Hondarribia), al considerar que su actividad produce "elementos cancerígenos" y comporta "un riesgo comprobado y evidente para la salud de las personas" que viven en Irún, Hondarribia, Lezo, Oiartzun y Rentería.

Los más de 200 facultativos y otros 250 empleados sanitarios (enfermeras, técnicos de laboratorio o rayos,...) que han firmado el documento sostienen que "la utilización de la atmósfera como un vertedero dispersará contaminantes al medio ambiente y llegará a través de la cadena trófica a los alimentos y al ser humano".

Se oponen a la construcción de una planta de combustión de basuras en la bahía de Txingudi. "No queremos que la población de la comarca del Bidasoa-Oarsoaldea, y en especial nuestros hijos, sean el referente de estudios de incidencia de cáncer y otras patologías para ser mostrados en congresos y foros médicos de otras partes del mundo", afirmó Sergio Pérez Torres, médico del Hospital Donostia, quien compareció ayer en Irún junto a varios de los firmantes para dar a conocer el documento. El listado aún no es definitivo al estar abierto a nuevas adhesiones.

La entrada en funcionamiento de la incineradora del Txingudi está prevista para mediados de 2007. Tendrá un coste de 52 millones de euros y quemará los residuos generados por los 90.000 habitantes de Irún, Hondarribia y Hendaya.

El rechazo de los profesionales de la salud se suma al que ya han mostrado varios colectivos vecinales y ecologistas. Estas protestas vienen precedidas por la fuerte contestación popular suscitada en Urnieta tras la decisión de la Mancomunidad de San Marcos de instalar en este municipio otra planta para toda la provincia. Las movilizaciones obligaron finalmente a dejar en suspenso esta decisión hasta que las ocho mancomunidades de Guipúzcoa y la Diputación estudien otras ubicaciones.

El manifiesto de los médicos subraya que la incineración produce gases "responsables de la producción de cáncer en diversos órganos", además de "un aumento de la patología asmática y enfermedad pulmonar". Los doctores afirmaron que la ubicación de la planta es "nefasta" porque afecta a colegios cercanos donde estudian "más de mil niños".