Zapatero reafirma ante IU su compromiso sobre las tropas en Irak

José Luis Rodríguez Zapatero cumplió su compromiso con el grupo Izquierda Verde (integrado por IU e ICV), y esperó hasta el debate con su presidente, Gaspar Llamazares, cerca ya de la medianoche, para concretar su promesa de retirar las tropas españolas de Irak antes del 30 de junio. Dijo que no puede dar fechas por "elementales motivos de seguridad" y porque aún queda más de un mes por delante, pero apuntó claramente su línea. "La situación en Irak determina que nuestras tropas tienen poco que hacer allí. Estamos más cerca de un conflicto abierto que de una operación de seguridad". El futuro presidente anunció que informará a los grupos parlamentarios puntualmente de la decisión definitiva que tome.

El excelente momento que atraviesa la relación entre Zapatero y Llamazares se pudo ver al filo de la medianoche. A pesar de que los cuatro grupos que intervinieron antes, incluido el PP, le pidieron al futuro presidente que concretara su promesa de la retirada de tropas, él esperó hasta última hora porque quería tener ese gesto especialmente con IU. Zapatero es consciente de que parte de los votos que obtuvo el 14 de marzo son "prestados", según la definición de los dirigentes de IU, tras los atentados del 11-M. Zapatero dejó claro que es consciente de la importancia de la federación y de Llamazares en concreto en su victoria.

El análisis de Zapatero sobre la situación en Irak deja lugar a pocas dudas. Después de recordar que se había comprometido antes de las elecciones a repatriar las tropas el 30 de junio si antes la ONU no se hace con el control "político y militar" de ese país. Pero, según destacó, desde que hizo esa promesa la situación ha empeorado y unos soldados enviados en teoría en misión de paz han entrado en "conflicto abierto". "Cada vez se hace más difícil que la ONU intervenga", señaló, lo que dio pie a la interpretación de que tal vez las tropas vuelvan antes. Luego concluyó: "Mi compromiso electoral es firme, la voluntad es clara".

Llamazares, que acostumbra a hacer discursos muy duros contra el PP, siguió durante un tiempo en esa línea. A ratos no parecía un debate de investidura, sino un análisis de la gestión de los últimos cuatro años. El presidente del grupo Izquierda Verde dijo que su formación ha sido "parte de la resistencia y la rebelión democrática" contra el PP, y por tanto apoyará hoy la investidura del líder del PSOE como presidente del Gobierno (una decisión de la que discrepa su líder en Euskadi, Javier Madrazo). Pero recordó que su grupo, imprescindible de momento para lograr la mayoría, estará vigilante ante el tipo de políticas económicas que pueda desarrollar el nuevo Ejecutivo. Especialmente en la lucha contra la precariedad laboral. Zapatero dijo que es "insostenible" el grado de precariedad y que su Gobierno será "implacable" con el fraude.

Las dificultades políticas que atraviesa IU quedaron de nuevo en evidencia. Ha pasado de tercer a quinto grupo de la Cámara, lo que le llevó a intervenir al filo de la medianoche, con casi nulo impacto mediático. Y la necesidad de tratar a Iniciativa per Catalunya de igual a igual -tiene dos diputados frente a tres de IU- hizo que Llamazares tuviera que repartirse el tiempo con Joan Herrera, de la formación verde. Eso complicó también el efecto mediático del debate con Zapatero, que debió responder a dos portavoces de un grupo de cinco personas, algo inédito. Llamazares se centró en las políticas sociales y la mejora de las condiciones de trabajo y Herrera, en las políticas medioambientales.