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LA EUROPA DE LOS 25 | NUEVOS VECINOS / UCRANIA

Tártaros y mongoles, al oriente de los confines

Pilar Bonet

Los lindes entre la UE ampliada y Ucrania no deben ser "una frontera exterior como creen muchos burócratas de Bruselas ni una línea divisoria de carácter permanente", sino una "causa común", opina en una entrevista Olexandr Chalyi, el primer viceministro de Exteriores de Ucrania y el máximo especialista y responsable de Europa en esa institución. La UE, afirma, debe ayudar a Ucrania a reforzar sus fronteras orientales para controlar la emigración. En cambio, "construir un telón de acero en las fronteras orientales de la UE es una política sin salida y no responde a los valores europeos".

"Hemos pagado un caro precio por la lucha que sostuvimos por salvar a Europa de las hordas de los tártaros y los mongoles", señala el funcionario, según el cual Kiev "no tiene ningún interés en ayudar al fortalecimiento de una frontera exterior de la UE". Es más, "si Europa no colabora con Ucrania y no comprende cuáles son nuestros intereses nacionales, no tenemos ningún interés en contener la emigración que pasa por nuestro territorio", sentencia.

Los progresos en la negociación del tratado de readmisión con Bruselas, que obligaría a Ucrania a repatriar a los emigrantes que se hubieran colado en la UE utilizando su territorio, deben ser acompañados, según Chalyi, de una simplificación de los visados para ucranios y también de ayuda técnica y material para equipar las fronteras "por todo el perímetro, es decir por la parte oriental, por donde entran los emigrantes".

En la estrategia de la UE para los "nuevos vecinos", Kiev y Bruselas han preparado un plan que los ucranios, a diferencia de los europeos, conciben como un proceso para llegar a una relación de asociación "en 2006 o 2007". Admite Chalyi que Ucrania "no ha puesto aún punto y final" a la pugna por su futura integración en el mundo. "La falta de visión de la UE sobre las relaciones con Ucrania crea un vacío que se llena con las nuevas ideas propuestas por Rusia. Si el EEC se crea tal como ha sido concebido por Rusia, Ucrania puede despedirse de la integración europea", señala.

La competencia entre la UE y Rusia se plasma en el terreno energético y concretamente en el oleoducto entre Odesa y Brodi. Ucrania pretende que el oleoducto de 600 kilómetros se utilice para trasladar petróleo del Caspio (de Azerbaiyán o Kazajistán) a Europa, pero Rusia tiene intereses propios opuestos a los de Ucrania en el oleoducto Druzhba, en el que debe desembocar el petróleo trasladado por el de Odesa-Brodi.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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